En estos tiempos convulsos en los que la salud mundial se pone a prueba por una nueva amenaza, Mpox, una enfermedad viral devastadora, continúa sembrando terror en varios países, con la República Democrática del Congo en primera línea. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que los países afectados por esta nueva cepa de Mpox inicien planes de vacunación, el país más afectado, la República Democrática del Congo, ha expresado su esperanza de recibir sus primeras dosis de vacuna a partir de la próxima semana.
La situación es alarmante: desde principios de año se han registrado 16.700 casos y más de 570 muertes, según el ministro de Sanidad, Samuel-Roger Kamba. Lo preocupante es que esta epidemia afecta cada vez a más jóvenes, incluidos niños menores de quince años.
Este brote actual se caracteriza por un virus más contagioso y peligroso, con una tasa de mortalidad estimada del 3,6%. La OMS ha declarado la máxima alerta internacional por la propagación de Mpox en la República Democrática del Congo, pero también en otros países africanos como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.
Toda África está en alerta ante esta nueva cepa de Mpox. La propagación de este virus más virulento está causando una creciente preocupación en el continente y más allá. Mpox ya se ha diagnosticado fuera de África, incluidos Suecia, Pakistán y Filipinas.
Ante esta situación crítica, la comunidad internacional se está movilizando para contener la amenaza de Mpox y proteger a las poblaciones más expuestas. Los expertos en salud trabajan día y noche para implementar estrategias de vacunación efectivas y frenar la propagación del virus.
Es imperativo que todos los países adopten medidas urgentes para controlar esta epidemia y proteger a la población. La solidaridad y la cooperación internacional son esenciales para afrontar esta crisis sanitaria y prevenir nuevas olas de contagio.
En estos tiempos de incertidumbre, la vigilancia y la solidaridad de todos son esenciales para combatir juntos esta amenaza global y proteger la salud de todos. No se debe subestimar el Mpox, y sólo la acción colectiva puede detener su propagación y proteger a las poblaciones vulnerables.