Más de 60 días después de que se reanudaran las entregas de alimentos en la región etíope de Tigray, sólo el 14% de los 3,2 millones de personas objetivo han recibido ayuda alimentaria, según un memorando confidencial al que tuvo acceso The Associated Press. El documento, redactado por el Tigray Food Cluster, un grupo de agencias de ayuda humanitaria copresidido por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas y funcionarios etíopes, insta a las organizaciones humanitarias a ampliar inmediatamente las operaciones, advirtiendo sobre una grave inseguridad alimentaria y desnutrición durante la temporada de escasez. , con el riesgo de perder a los niños y mujeres más vulnerables de la región.
La suspensión de la ayuda alimentaria a Tigray fue impuesta en marzo de 2021 por Naciones Unidas y Estados Unidos tras el descubrimiento de un importante desvío de cereales destinados a ayuda humanitaria. A pesar de la reanudación de la ayuda en diciembre tras la implementación de reformas destinadas a contrarrestar estos robos, las autoridades de Tigray afirman que la ayuda alimentaria no llega a las personas necesitadas.
El nuevo sistema implementado, que incluye el seguimiento por GPS de los camiones de comida y las cartillas de racionamiento con códigos QR, está encontrando problemas técnicos que están provocando retrasos. Además, las agencias de ayuda se enfrentan a una falta de financiación, lo que complica aún más la situación.
Algunas personas que viven en la región de Tigray no han recibido ayuda alimentaria en más de un año, a pesar de múltiples procedimientos de registro y verificación, según trabajadores humanitarios anónimos entrevistados por The Associated Press.
Esta crisis alimentaria se suma a la ya preocupante situación en Etiopía, donde alrededor de 20,1 millones de personas necesitan asistencia alimentaria debido a la sequía, el conflicto y una economía en deterioro. El Sistema de Alerta Temprana de Hambruna, financiado por Estados Unidos, ha advertido que se esperan niveles de crisis alimentaria o peores en el norte, sur y sureste de Etiopía al menos hasta principios de 2024.
La vecina región de Amhara también enfrenta desafíos humanitarios debido a una rebelión en curso desde agosto. Además, varias regiones de Etiopía se han visto gravemente afectadas por una sequía que dura varios años.
Las tasas de desnutrición entre los niños en partes de las regiones de Afar, Amhara y Oromia en Etiopía alcanzan entre el 15,9% y el 47%, según una presentación del Grupo de Nutrición de Etiopía. Entre los niños desplazados de Tigray, esta tasa aumenta al 26,5%.
Tigray fue escenario de una devastadora guerra civil de dos años de duración, que se cobró cientos de miles de vidas y se extendió a las regiones vecinas.. Un informe de las Naciones Unidas acusa al gobierno etíope de utilizar «el hambre como método de guerra» al restringir la ayuda alimentaria a Tigray durante el conflicto.
La actual situación de inseguridad en la región también provocó una disminución significativa de las tierras cultivadas el año pasado, con sólo el 49% de las tierras agrícolas de Tigray plantadas durante la principal temporada de siembra.
Ante esta situación, las autoridades de Tigray lanzaron un llamamiento a la acción humanitaria inmediata para evitar una catástrofe alimentaria comparable a la de 1984-1985, que provocó la muerte de cientos de miles de personas en el norte de Etiopía.
Sin embargo, el gobierno federal etíope niega la existencia de una crisis alimentaria importante. Cuando el líder de Tigray, Getachew Reda, hizo sonar recientemente la alarma sobre los riesgos de muertes masivas por una hambruna inminente, un portavoz del gobierno federal calificó los informes de «inexactos» y acusó a Getachew Reda de «politizar la crisis».
Por lo tanto, la situación sigue siendo muy preocupante en Etiopía, donde millones de personas luchan contra el hambre y la desnutrición, mientras que las organizaciones humanitarias luchan por proporcionar ayuda adecuada debido a dificultades logísticas y financieras. Se necesita atención constante y esfuerzos concertados a nivel nacional e internacional para abordar esta crisis humanitaria.