La reciente detención de ocho presuntos reclutadores del M23 en Goma, ciudad situada en la provincia de Kivu del Norte, provocó fuertes reacciones entre la población local. La intervención de los servicios de inteligencia de la 34ª región militar permitió poner fin a las acciones de estos individuos, sospechosos de estar vinculados a la rebelión.
Durante una operación de limpieza en la ciudad de Goma, llevada a cabo en el marco de la iniciativa «Safisha Mji wa Goma», fueron detenidas quince personas, entre ellas sujetos ruandeses en situación irregular, traficantes de drogas, jóvenes de diferentes barrios de Goma y el territorio de Nyiragongo, así como un soldado de la 11ª brigada. Se sospecha que este último ha disipado municiones en tiempos de guerra.
El superintendente jefe Faustin Kapend Kamand subrayó que estos individuos estaban vinculados a la zona enemiga y que habían creado una red clandestina de reclutamiento en nombre del M23. También destacó el papel del territorio de Nyiragongo como refugio para los delincuentes que operan en la zona y cometen robos, atracos y otros delitos.
Las confesiones de los detenidos ayudaron a esclarecer determinados casos, como el robo de un arma de fuego a un policía durante una parada de tráfico. El comisario informó también que otros individuos sospechosos habían sido trasladados a Kinshasa por la dirección de inteligencia de la 34ª región militar, en el marco de una operación secreta destinada a frustrar los planes de los infiltrados.
Este caso pone de relieve una vez más los desafíos de seguridad que enfrentan Goma y su región. Las autoridades locales se han comprometido a reforzar las medidas de seguridad para garantizar la tranquilidad de los residentes y luchar contra cualquier intento de desestabilización. La detención de estos presuntos reclutadores para el M23 representa un importante paso adelante en la lucha contra los grupos armados que operan en la región, pero también pone de relieve la necesidad de una vigilancia constante para prevenir nuevas amenazas.