En un incidente que sacudió la localidad de Koforidua, en Ghana, en octubre de 2017, un río fue escenario de una espectacular escena que conmocionó a los residentes y provocó fuertes reacciones en las redes sociales. Un vídeo viral de la época que está resurgiendo ha causado confusión, y algunas personas lo atribuyen a diferentes países, incluidos Ruanda y la República Democrática del Congo, con interpretaciones apocalípticas.
El vídeo en cuestión muestra un río que parece convertirse en un líquido rojo sangre, una visión inquietante que ha llevado a algunos a creer que era un presagio del fin del mundo. Sin embargo, comprobaciones posteriores revelaron que no había nada sobrenatural en esta escena. En realidad, se trata de un río contaminado por productos químicos vertidos por una fábrica cercana.
Las autoridades ghanesas reaccionaron rápidamente ante este incidente, negando cualquier conexión con acontecimientos apocalípticos o milagrosos. Para la policía local, se trataba de contaminación provocada por una sustancia utilizada en la fabricación de tejidos teñidos y anudados, un incidente desafortunado pero muy real.
Este caso muestra la importancia de verificar la información antes de compartirla en las redes sociales. Las noticias falsas y los rumores pueden difundirse fácilmente y crear confusión entre la población. Por tanto, es fundamental permanecer atentos y obtener información de fuentes fiables para evitar caer en la trampa de la desinformación.
En conclusión, el vídeo del río «convertido en sangre» no fue más que simple contaminación química, muy alejada de las interpretaciones apocalípticas que se le han atribuido. Esta historia nos recuerda que la realidad a veces puede ser más compleja y matizada de lo que sugieren las apariencias, y subraya la importancia de ejercer discernimiento en la difusión de información.