Fatshimetrie es una publicación que destaca por su compromiso con el medio ambiente y su exploración de las innovaciones tecnológicas al servicio del desarrollo sostenible. África se encuentra actualmente en un punto de inflexión crucial en su lucha contra el cambio climático, enfrentando una vulnerabilidad cada vez mayor a sus efectos devastadores. El cambio climático está provocando un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos y Sudáfrica enfrenta importantes desafíos ambientales relacionados con la escasez de agua y la transición energética.
Las costas de Cabo Occidental y KwaZulu-Natal están amenazadas por la erosión provocada por el aumento del nivel del mar y las tormentas, lo que pone en riesgo activos, ecosistemas e infraestructuras. Esta situación exige una mejor gestión costera y adaptación al cambio climático.
Se ha vuelto imperativo destacar la innovación en tecnología climática para contrarrestar los efectos adversos del cambio climático. Por ejemplo, el ciclón Eloise, que azotó Mozambique, provocó fuertes lluvias y fuertes vientos en partes de Limpopo y Mpumalanga en enero de 2021, lo que provocó inundaciones, daños a la infraestructura y perturbaciones en el sector agrícola.
Las soluciones innovadoras de tecnología climática son clave para mitigar estos efectos, y las nuevas empresas de tecnología climática pueden crear conciencia sobre los desafíos del cambio climático y la importancia de la sostenibilidad.
La financiación combinada, que combina capital público, privado y filantrópico, es una poderosa herramienta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidos los relacionados con la acción climática (ODS 13), la energía limpia y asequible (ODS 7), y con la industria, la innovación y la infraestructura. (ODS 9). Al aprovechar diferentes fuentes de financiación, las estructuras de financiación combinadas pueden abrir importantes oportunidades para el despliegue de innovaciones en tecnología climática.
Sin embargo, iniciar una empresa de tecnología climática en África presenta sus propios desafíos. A diferencia de los mercados más maduros, África tiene un ecosistema de capital de riesgo incipiente, lo que significa un acceso limitado a los fondos necesarios para las empresas emergentes en el sector de la tecnología climática. Esto, sumado a una infraestructura inadecuada, como un suministro de energía poco confiable, una mala conectividad a Internet y la ausencia de redes eficientes de transporte y logística, obstaculiza el desarrollo y la implementación de soluciones tecnológicas climáticas.
En este contexto, los inversores suelen percibir los mercados africanos como de alto riesgo debido a la inestabilidad política, la incertidumbre regulatoria y la volatilidad económica.. El costo prohibitivo de endeudarse localmente dificulta la financiación de operaciones iniciales mediante deuda tradicional. Además, un panorama regulatorio altamente fragmentado en los países africanos presenta complejidades en las operaciones transfronterizas y las estrategias de desarrollo a gran escala.
Las soluciones exitosas de tecnologías limpias requieren una amplia adaptación local, lo que genera costos y una mayor complejidad. Los empresarios e inversores deberían considerar estrategias de colaboración, como modelos de financiación combinada, asociaciones locales y mecanismos de financiación innovadores, para permitir que las empresas locales innoven. A nivel regulatorio, colaborar con los responsables de la formulación de políticas para abogar por regulaciones e incentivos favorables puede crear un entorno más propicio para las empresas de tecnologías limpias.
La financiación combinada combina fondos públicos, privados y filantrópicos para reducir el riesgo de las inversiones en tecnologías climáticas. Al colaborar con gobiernos y comunidades y utilizar el crowdfunding, los bonos verdes pueden atraer fondos adicionales.
Las finanzas combinadas han apalancado un capital significativo para las nuevas empresas tecnológicas. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, las transacciones de financiación combinada atrajeron más de 140 mil millones de dólares en capital del sector privado para proyectos de desarrollo entre 2012 y 2018. En África, las iniciativas de financiación combinada ayudan a cerrar la brecha financiera para las empresas emergentes. . Por ejemplo, el Banco Africano de Desarrollo se ha asociado con varias entidades para movilizar 100 mil millones de dólares en capital del sector privado para 2030.
Proporcionar financiación a nuevas empresas de tecnología climática es esencial para cerrar rápidamente brechas críticas y generar un impacto mensurable. Esto ayuda a abordar las brechas en las instalaciones de investigación y desarrollo, el talento local STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y fomentar un ecosistema de apoyo a través de la educación y la capacitación.
Hay varias historias de éxito. Zimi Charge, una nueva empresa sudafricana especializada en vehículos eléctricos (EV), está ayudando a la transición del país hacia una economía más verde ofreciendo soluciones de carga de vehículos eléctricos accesibles y sostenibles. Hay más de 350 estaciones de carga disponibles en Sudáfrica, y los propietarios de vehículos eléctricos pueden utilizar la aplicación móvil para localizar, cargar y pagar en cualquiera de sus estaciones u otras estaciones públicas.
Plentify es una startup centrada en soluciones inteligentes de gestión energética diseñadas para optimizar el consumo energético y reducir la huella de carbono.. El producto estrella de la empresa, el «HotBot», es una solución inteligente de calentamiento de agua que se integra con la red eléctrica para gestionar y controlar el consumo de energía.
Los éxitos de estas empresas muestran claramente que las nuevas empresas de tecnología climática pueden hacer una contribución significativa a la transición hacia una economía más sostenible. Por lo tanto, es fundamental apoyar e invertir en estas empresas para garantizar un futuro más verde y resiliente para África y el resto del mundo.