Todas las miradas estaban puestas en los Campos Elíseos, donde miles de atletas desfilaron hasta la Plaza de la Concordia para asistir a la inauguración de los Juegos Paralímpicos de París. El evento fue inaugurado por el presidente Emmanuel Macron, marcando el inicio de una celebración del atletismo paralímpico de talla mundial.
Se prestó especial atención a la accesibilidad de los deportistas en silla de ruedas, con la instalación de franjas asfálticas para facilitar su desplazamiento. Esta iniciativa reforzó el compromiso de Francia con la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos los deportistas, cualesquiera que sean sus dificultades físicas.
Bajo las deslumbrantes luces de la ciudad del amor, París acogió con entusiasmo sus primeros Juegos Paralímpicos. Una vibrante ceremonia con música y danza ayudó a difundir el espíritu olímpico y crear conciencia pública sobre las cuestiones de discapacidad. Cinco atletas tuvieron el honor de encender la llama Paralímpica en los jardines de las Tullerías, simbolizando la fuerza y la determinación de los atletas con discapacidad.
Las banderas ondearon orgullosas mientras Nantenin Keita y Alexis Hanquinquant encabezaban elegantemente el desfile de deportistas franceses de deporte adaptado. El presidente Macron declaró oficialmente abiertos los Juegos, marcando un momento histórico para Francia como anfitriona de este evento de renombre internacional.
El escenario se transformó en pista de baile y plataforma para mensajes sobre discapacidad, proporcionando una plataforma para crear conciencia y educar al público. El cantante Lucky Love realizó una emotiva interpretación de “My Ability”, seguida de discursos que pedían una “revolución de inclusión”.
La ceremonia de apertura destacó a 140 bailarines y 16 artistas con discapacidad, ofreciendo un espectáculo grandioso e inspirador. La delegación palestina y el equipo paralímpico de refugiados fueron aclamados calurosamente y Francia recibió su cuota de ovaciones a su entrada.
El astronauta británico John McFall llevó la bandera paralímpica, seguida de una interpretación del himno a cargo del pianista ciego Luan Pommier. Los últimos portadores de la antorcha encendieron la llama, marcando el inicio oficial de los Juegos.
Con más de 2 millones de entradas vendidas, los Juegos se desarrollarán durante 11 días con una amplia cobertura mediática. Las primeras medallas se entregarán en paranatación, taekwondo, ciclismo y tenis de mesa, prometiendo actuaciones excepcionales y momentos inolvidables de valentía para los atletas y espectadores de todo el mundo.