**Impacto de las inundaciones en las cosechas agrícolas en Nigeria en 2023**
Las inundaciones que han afectado a Nigeria en las últimas semanas han tenido consecuencias desastrosas para las cosechas agrícolas del país. Con casi 200 muertes y cientos de miles de personas desplazadas, la seguridad alimentaria de Nigeria está cada vez más amenazada, especialmente en las regiones del norte más afectadas.
Estas inundaciones, atribuidas a una infraestructura inadecuada y a represas en mal estado, provocaron la muerte de 185 personas y el desplazamiento de 208.000 personas en 28 de los 36 estados de Nigeria, según la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias. Estas cifras ponen de relieve la urgencia de evacuar a la población a refugios temporales para garantizar su seguridad.
Cabe señalar que Nigeria se enfrenta cada año a inundaciones, principalmente debido al incumplimiento de las normas medioambientales y a una infraestructura insuficiente. Las inundaciones más devastadoras de la década anterior se produjeron en 2022, donde más de 600 personas perdieron la vida y más de un millón quedaron desplazadas.
A diferencia de 2022, donde las inundaciones se atribuyeron a lluvias más intensas, la Agencia Meteorológica de Nigeria predijo lluvias normales o incluso retrasadas en la mayor parte del país este año. Según la agencia, las inundaciones actuales se deben más bien a actividades humanas, como el incumplimiento de las normas medioambientales y la construcción ilegal a lo largo de los cursos de agua.
Las consecuencias de estas inundaciones sobre las cosechas agrícolas son dramáticas, con la destrucción de 107.000 hectáreas de tierra cultivable, especialmente en los estados del norte, la región de donde proceden la mayoría de los cultivos de Nigeria. Muchos agricultores se ven incapaces de cultivar tanto como quisieran, debido a la reducción de los insumos agrícolas relacionada con la difícil situación económica de Nigeria o la violencia que provocó su huida.
En una zona como Jigawa, donde las inundaciones mataron a 37 personas, las autoridades están convirtiendo edificios públicos y escuelas en refugios para personas desplazadas. Los agricultores, como Abdullahi Gummi en el estado de Zamfara, han visto sus tierras arrasadas por las inundaciones, perdiendo su fuente de ingresos.
Estas pérdidas agrícolas masivas corren el riesgo de empeorar la crisis alimentaria ya presente en Nigeria, donde 32 millones de personas enfrentan una inseguridad alimentaria aguda, o el 10% de la carga mundial, según la agencia alimentaria de las Naciones Unidas.
En resumen, las inundaciones de 2023 no solo causaron importantes pérdidas humanas sino que también pusieron en peligro la seguridad alimentaria de Nigeria, lo que puso de relieve la necesidad de políticas de prevención y gestión de desastres más eficaces para proteger a las personas y sus medios de subsistencia.