**Septiembre, mes del favor divino: Una invitación a la oración y el ayuno**
Llegó el mes de septiembre, y con él, una oportunidad para que los creyentes se conecten con Dios a través de la oración y el ayuno. Esto nos enseña el Eminencia el apóstol Salomón Moisés Mustafá (Babasebioba), quien anima a los fieles a aprovechar esta oportunidad para atraer la misericordia divina y poner fin a las dificultades que los acosan.
Basado en un pasaje de Jeremías 36:9, el apóstol Mustafá recuerda la importancia de los nueve días de oración y ayuno, una práctica espiritual profunda que nos permite acercarnos a Dios, humillarnos ante Él, resistir las tentaciones y buscar su guía. El ayuno y la oración son formas de cultivar una relación íntima con Dios, someterse a su voluntad y mostrar solidaridad con los demás.
En el libro de Mateo 17:21, Jesús afirma que ciertas montañas sólo pueden moverse con oración y ayuno. Esto resalta la importancia de estas prácticas espirituales para superar obstáculos y encontrar la fuerza para avanzar en la fe.
El mes de septiembre tiene un significado especial para el apóstol Mustafá y sus seguidores, porque fue en este mes que recibió una unción divina especial, marcando así el inicio de una profunda transformación en su vida. De la misma manera, se invita a los creyentes a conectarse con esta energía espiritual y creer que las cadenas que los frenan serán rotas.
En este bendito mes, marcado por el número nueve, el Apóstol Mustapha llama a la unificación de los creyentes en todo el mundo para recibir esta bendición de la unción. Recuerda el versículo de Crónicas 17:27 que proclama la bendición divina sobre quienes se dedican a Dios con fe y devoción.
No se debe subestimar la importancia de la oración y el ayuno, porque es a través de estas prácticas que uno puede experimentar el poder divino y la acción transformadora del Espíritu Santo. Siguiendo los pasos de grandes profetas como Jeremías, los creyentes están invitados a dedicar estos nueve días de oración y ayuno para fortalecer su relación con Dios y recibir Su gracia.
En conclusión, el mes de septiembre es un buen momento para renovar la fe, acercarte a Dios y encontrar la fuerza necesaria para superar las pruebas de la vida. Siguiendo las enseñanzas del apóstol Mustapha, los creyentes pueden experimentar el poder de la oración y el ayuno para transformar sus vidas y recibir las bendiciones divinas destinadas a ellos.