Los recientes descubrimientos de dos nuevos artefactos explosivos sin detonar en las aldeas de Ndraza y Waliba, situadas en el territorio de Djugu, Ituri, vuelven a plantear preocupaciones de seguridad en esta región desgarrada por el conflicto armado. Estos dispositivos, abandonados por milicianos pertenecientes a diferentes grupos armados activos localmente, representan una grave amenaza para la población civil que intenta regresar a sus aldeas tras años de violencia y desplazamientos forzados.
Los resultados son alarmantes: en sólo nueve meses, se descubrieron diez artefactos explosivos en diferentes zonas de Djugu, poniendo en peligro la vida de cientos de familias inocentes. Esta proliferación de artefactos explosivos sin detonar acentúa la inseguridad y obstaculiza los esfuerzos por estabilizar y reconstruir la región.
Ante esta persistente amenaza, el servicio provincial de protección civil, dirigido por el coordinador Robert Djalonga, pide vigilancia y precaución a la población. De hecho, con el regreso gradual de los residentes a sus aldeas y la reanudación de las actividades cotidianas, es imperativo concienciar a las comunidades sobre los peligros relacionados con la presencia de artefactos explosivos escondidos en su entorno.
La reciente intervención de las fuerzas de paz nepalesas de la MONUSCO para asegurar áreas identificadas como peligrosas demuestra la importancia de la cooperación entre las autoridades locales y las fuerzas internacionales para proteger a los civiles y prevenir nuevas tragedias.
Es esencial que la sensibilización y la prevención se conviertan en prioridades máximas en esta región marcada por años de conflicto y violencia. Los residentes deben ser capacitados e informados sobre cómo reconocer y reportar la presencia de artefactos explosivos, así como sobre los comportamientos a adoptar para reducir los riesgos.
En conclusión, el descubrimiento de estos artefactos explosivos sin detonar en Ndraza y Waliba es un claro recordatorio de los desafíos de seguridad que enfrenta la población de Djugu. Existe una necesidad urgente de fortalecer las iniciativas de remoción de minas, sensibilización y protección civil para garantizar la seguridad y la estabilidad en esta región asolada por conflictos. La paz y la seguridad deben ser prioridades máximas para que el pueblo de Djugu pueda reconstruir sus vidas y construir un futuro más seguro y próspero.