El punto de inflexión político en Senegal: la disolución de la Asamblea Nacional

Fatshimetria

El 14 de septiembre de 2024 quedará grabado en la memoria del pueblo senegalés como el día en que el presidente Bassirou Diomaye Faye tomó una decisión histórica: la disolución de la Asamblea Nacional. Elegido en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2024 con la promesa de una ruptura y un cambio profundo, el presidente decidió poner fin a cinco meses de enfrentamiento con la mayoría parlamentaria para aclarar el juego democrático y obtener una mayoría estable que le permitiera gobernar.

Esta disolución tiene como objetivo ofrecer al presidente electo los medios para llevar a cabo sus reformas sin obstáculos y responder a las críticas por su “ausencia de proyecto y de visión”. Las próximas elecciones legislativas están previstas para el 17 de noviembre, de acuerdo con la Constitución que fija sus límites.

Las reacciones a esta decisión son mixtas. Aminata Touré, ex primera ministra y aliada del presidente, apoya esta disolución como un «alivio general», pidiendo que se conceda al régimen una amplia mayoría para trabajar por la llegada de un Senegal soberano, justo y próspero.

Malick Gackou, candidato presidencial para 2024, se declara conforme con la decisión presidencial y subraya que esta disolución es un paso necesario para alinear la mayoría parlamentaria con las prioridades económicas y sociales del país.

Sin embargo, las críticas más virulentas provienen de la oposición, en particular del grupo parlamentario Benno Bokk Yakaar. Este último denuncia una decisión que califica de «perjurio» y acusa a las nuevas autoridades de «querer poner fin a la democracia e instalar una dictadura».

La disolución de la Asamblea Nacional abre el camino a un intenso período preelectoral hasta las elecciones legislativas anticipadas previstas para noviembre. Las consecuencias de esta decisión sobre el proceso electoral aún están por observarse, pero una cosa es segura: el país se encuentra en un punto de inflexión en su historia política.

En conclusión, la disolución de la Asamblea Nacional por el Presidente Bassirou Diomaye Faye marca un nuevo capítulo en la historia política de Senegal. Las reacciones contrastantes de los actores políticos reflejan los problemas y tensiones que rodean esta decisión. Queda por ver cómo influirá esta disolución en el panorama político y en las futuras elecciones legislativas. Una cosa es segura: el pueblo senegalés está llamado a desempeñar un papel clave en la construcción del futuro político del país.

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