**El infierno que vive un niño: cuando la ignorancia y la superstición conducen al abuso**
En un caso impactante en Akwa Ibom, Nigeria, un padre y una madrastra fueron arrestados por agentes del NSCDC por robar y abusar de una niña de 12 años. La operación de rescate liberó a la víctima, que había sido encerrada en un edificio en ruinas por su propio padre.
En una conferencia de prensa en Uyo, el comandante del NSCDC, Eluyemi Eluwade, reveló que la niña fue encerrada por su padre en connivencia con su madrastra, ambos de la aldea Ikot Ukporo Idoro en la zona de Ibiono Ibom. La denuncia inicial provino del Departamento de Justicia estatal, advirtiendo del maltrato a la niña. Los sospechosos fueron arrestados por privación y abuso infantil, en virtud del artículo 10 de la Ley de Prohibición de la Violencia contra las Personas de 2020.
Según Eluwade, los sospechosos confesaron haber encerrado a la niña porque ella confesaba ser una bruja y ser responsable de sus desgracias. Una afirmación absurda pero no menos grave, que provocó la detención del niño en condiciones inhumanas. Afortunadamente, la niña fue llevada a un albergue de violencia de género para ser atendida y rehabilitada.
El comandante del NSCDC condenó enérgicamente estos actos de barbarie y describió el trato infligido a la niña como despreciable y odioso. También advirtió contra este tipo de comportamiento y subrayó que los culpables deberían ser llevados ante la justicia sin demora. Este trágico caso pone de relieve una vez más las perjudiciales consecuencias de la ignorancia y la superstición, que pueden conducir a abusos intolerables contra los más vulnerables de nuestra sociedad.
En un mundo donde la educación y la concientización son esenciales para combatir la violencia y la discriminación, es imperativo que las autoridades tomen medidas rápidas y efectivas para proteger a los niños y garantizar su bienestar. Nadie debería sufrir tales atrocidades en nombre de creencias y prejuicios irracionales. Es hora de poner fin a estas prácticas abominables y garantizar un futuro seguro y saludable para todos los niños, en todas partes.