Los gritos de alarma resuenan cada vez con más fuerza en Darfur del Norte, mientras que la capital, El-Fasher, es escenario de una preocupante escalada de violencia. Naciones Unidas expresa su profunda preocupación por esta crítica situación que afecta a la población civil de la región.
Según Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, los recientes combates en El-Fasher han tenido un impacto devastador en infraestructuras esenciales como instalaciones sanitarias y campos para desplazados. Estos enfrentamientos están poniendo en peligro las vidas de miles de personas ya vulnerables y exacerbando una crisis humanitaria ya preocupante.
La situación en Sudán es alarmante, con millones de personas obligadas a huir de sus hogares debido a los enfrentamientos entre el ejército y las fuerzas paramilitares. Las precarias condiciones en las que se encuentran estos desplazados, combinadas con la escasez de ayuda humanitaria, ponen al país al borde de la hambruna. Las agencias humanitarias están haciendo sonar la alarma, destacando que la seguridad alimentaria es la principal fuente de preocupación en la región.
Justin Brady, jefe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, está pidiendo urgentemente a la comunidad internacional fondos para implementar el plan de respuesta de la ONU. Actualmente sólo se financia el 5% del presupuesto necesario para este año, lo que pone en peligro la capacidad de intervención de las organizaciones humanitarias sobre el terreno.
Es imperativo que las partes en conflicto permitan el acceso humanitario sin obstáculos a las zonas más afectadas, como Jartum, Darfur y la región de Kordofán. Esta apertura es crucial para revertir el curso del desastre que amenaza a Sudán. Sin una intervención rápida y coordinada, la comunidad internacional corre el riesgo de enfrentarse a una crisis humanitaria importante, con consecuencias desastrosas para la población civil ya afectada por años de conflicto.
Es hora de actuar colectivamente para salvar vidas y brindar apoyo esencial a las poblaciones más vulnerables de Sudán. Las Naciones Unidas piden solidaridad internacional para poner fin a esta tragedia humanitaria antes de que sea demasiado tarde.