La inclusión financiera es un tema crucial en el contexto actual de Nigeria, a medida que el país avanza rápidamente en su transición digital. Sin embargo, en medio de estos avances, una parte importante de la población, las Personas con Discapacidad (PSH), sigue marginada. A pesar de los avances en la banca móvil y las plataformas digitales, las personas con discapacidad siguen enfrentando barreras que ponen de relieve un problema más amplio de marginación sistémica. Estos desafíos, que son plataformas digitales inaccesibles para el personal poco capacitado, obstaculizan la independencia financiera de las personas con discapacidad y limitan su participación en la economía.
En una sociedad donde la digitalización de los servicios financieros se ha vuelto esencial, es crucial comprender y tener en cuenta las necesidades específicas de las personas con discapacidad. Desafortunadamente, la realidad suele ser muy diferente del ideal. Las dificultades que encuentran las personas con discapacidad visual para acceder a los servicios bancarios son emblemáticas de esta exclusión. Los servicios bancarios del USSD, por ejemplo, que se utilizan ampliamente, plantean graves problemas de accesibilidad para las personas con discapacidad visual. Las limitaciones de tiempo y los sistemas de tokens sin voz dificultan el uso de estos servicios, lo que obliga a los usuarios a pagar por servicios de tokens alternativos que aún no garantizan la independencia.
Además de estos obstáculos técnicos, la discriminación que enfrentan las personas con discapacidad exacerba aún más los problemas. Ser excluido de un banco por usar un bastón, como lo experimentó el Sr. Adeola Aina, vicepresidente de la Asociación de Ciegos de Nigeria, es una demostración flagrante de esta realidad. Estas experiencias humillantes demuestran los desafíos diarios que enfrentan las personas con discapacidad, lo que refuerza la idea de que son una carga para la sociedad.
Aunque Nigeria adoptó la Ley sobre la prohibición de la discriminación contra las personas con discapacidad en 2018 para proteger a las personas con discapacidad y garantizar la accesibilidad de los espacios públicos, en particular los bancos, la aplicación de esta ley sigue siendo débil. Las sanciones previstas para la discriminación son ineficaces si los propios sistemas siguen siendo inaccesibles. Es esencial pasar del simple reconocimiento legal a la implementación práctica, para que las personas con discapacidad ya no queden excluidas ni marginadas de la sociedad.
Para encontrar soluciones duraderas, expertos y defensores exigen un cambio profundo en el diseño y prestación de servicios financieros. Crear conciencia sobre la inclusión financiera es esencial, como explica el director ejecutivo de la Consumer Awareness and Empowerment Foundation, el profesor Chiso Ndukwe-Okafor. La capacitación en educación financiera digital para personas con discapacidad es un paso crucial para garantizar que no se queden atrás en la era digital.. La colaboración entre los sectores público y privado también es esencial para lograr un cambio significativo.
En última instancia, es imperativo implementar principios de diseño universal para garantizar que los productos y servicios financieros sean accesibles para todos, independientemente de sus capacidades. La adopción de estos principios ayudaría a reducir las barreras físicas y psicológicas que enfrentan las personas con discapacidad y promovería una inclusión financiera real y equitativa para todos.