Deforestación en África montañosa, un fenómeno preocupante que impacta los ecosistemas
Desde 2003, las montañas de África han sido testigos de una deforestación alarmante. Según un informe reciente de investigadores africanos y europeos, se han perdido alrededor de 7,4 millones de hectáreas de bosques de montaña, o el 18% de la superficie total. Esta considerable pérdida de cubierta forestal ha tenido importantes impactos en el medio ambiente y el clima de la región.
El estudio encontró que la deforestación provocó un aumento de la temperatura máxima del aire de 1,37 grados centígrados y un aumento de la base de las nubes de 236 metros, cambios que superan los efectos del cambio climático por sí solos. Estas cifras subrayan la magnitud de los trastornos causados por la desaparición de los bosques de montaña en África.
Los investigadores han identificado la expansión de las tierras de cultivo a pequeña escala como el principal impulsor de la deforestación en la región. Esta práctica, aunque a menudo está motivada por necesidades económicas inmediatas, tiene un impacto devastador en los frágiles ecosistemas de las zonas montañosas. Las elevaciones de 1.800 metros o menos han sido las más afectadas por la pérdida de bosques, poniendo en riesgo la biodiversidad y los servicios ecosistémicos esenciales.
El África subsahariana pierde alrededor de 3,9 millones de hectáreas de bosque cada año, una tasa alarmante de deforestación que supera la de otras regiones del mundo. Entre 2000 y 2020, el continente africano perdió alrededor de 100 millones de hectáreas de bosque, lo que representa alrededor del 10% de su cubierta forestal total. Estas cifras subrayan la urgencia de tomar medidas para revertir la tendencia y proteger los ecosistemas forestales africanos.
La deforestación en las montañas de África no sólo amenaza la biodiversidad y los recursos hídricos de la región, sino que también impacta el clima global. Como custodios de estos preciosos ecosistemas, es nuestra responsabilidad tomar medidas concretas para preservar los bosques montañosos de África y garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras.
En conclusión, la deforestación en las montañas de África es un problema urgente que requiere acción inmediata. Al proteger los bosques de montaña, no sólo podemos preservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, sino también ayudar a combatir los efectos del cambio climático a escala global.