La reciente liberación de agua de la presa Lagdo a los ríos Níger y Benue, ubicados en la región centro-norte de Nigeria, plantea importantes preocupaciones de seguridad y emergencia para las poblaciones locales. La Agencia de Servicios Hidrológicos de Nigeria (NIHSA) ha emitido una advertencia alarmante, pidiendo a los residentes de zonas propensas a inundaciones que evacuen inmediatamente a lugares más seguros en previsión de posibles inundaciones por el derrame.
Dirigido por el Director General de NIHSA, Umar Mohammed, el mensaje fue entregado durante un discurso de radio el jueves pasado. La agencia ha estado cooperando con las autoridades camerunesas para una liberación gradual de agua de la presa de Lagdo, con el objetivo de minimizar los riesgos de inundaciones en 11 estados vulnerables de Nigeria. Estos estados incluyen Adamawa, Taraba, Benue, Nasarawa, Kogi, Edo, Delta, Anambra, Bayelsa, Cross River y Rivers.
En su intervención, el director de Operaciones e Hidrología, Femi Bejide, explicó que el miércoles se inició la liberación de agua de la presa, con medidas reglamentarias para controlar el caudal y evitar posibles inundaciones importantes. Más allá de esta coordinación gubernamental, destacó la importancia de la responsabilidad individual de los ciudadanos, particularmente de aquellos que viven en zonas de alto riesgo. Los residentes deben trasladarse a lugares más seguros y asegurarse de que sus alrededores, incluidos los sistemas de drenaje, estén despejados para permitir un flujo fluido de agua.
Es crucial señalar que Nigeria ha enfrentado grandes inundaciones en el pasado, con consecuencias desastrosas para las poblaciones locales. Las recientes inundaciones de la presa de Alau, que mataron a más de 30 personas y destruyeron miles de hogares en Maiduguri, estado de Borno, sirven como un crudo recordatorio del impacto devastador de estos fenómenos naturales.
Por lo tanto, se vuelve imperativa la necesidad de implementar estrategias a largo plazo para gestionar adecuadamente las crecidas y las crecidas. La NIHSA presentó un informe al presidente recomendando, en particular, limpiar algunas presas en Nigeria para controlar mejor el flujo de agua y reducir el riesgo de inundaciones.
Ante estos grandes desafíos, la colaboración entre autoridades, agencias de gestión de desastres y ciudadanos es de crucial importancia para garantizar la seguridad de las poblaciones y la preservación de los hogares. La conciencia colectiva y las acciones preventivas son necesarias para enfrentar amenazas inminentes y garantizar la resiliencia de las regiones afectadas frente a los caprichos de la naturaleza.
En conclusión, la situación actual exige una acción concertada, previsión y solidaridad para minimizar los riesgos y proteger las vidas y los bienes de las poblaciones expuestas.. Debemos actuar con determinación y prudencia para afrontar estos desafíos ambientales y fortalecer nuestra capacidad de resistir los peligros climáticos y los fenómenos naturales que puedan perturbar nuestras vidas y nuestro medio ambiente.