La misión de mantenimiento de la paz en la República Democrática del Congo suscita actualmente acalorados debates sobre su retirada gradual del territorio congoleño. El secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Operaciones de Mantenimiento de la Paz, Jean-Pierre Lacroix, aclaró recientemente la situación durante una conferencia de prensa en Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte. De hecho, los rumores que circulaban sobre una posible fecha “fatídica” el 31 de diciembre de 2024 para la retirada de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) fueron disipados por el funcionario de la ONU.
Jean-Pierre Lacroix subraya que ni las autoridades congoleñas ni las Naciones Unidas han tomado ninguna decisión oficial sobre la salida de la MONUSCO antes de finales del año en curso. Precisa que la fecha del 31 de diciembre de 2024 no está confirmada y que es más un rumor fantaseado. Las consultas en curso con el gobierno congoleño tienen como objetivo definir los próximos pasos en el proceso de retirada de la misión.
Las conversaciones entre las autoridades congoleñas y los representantes de las Naciones Unidas se centran, en particular, en las expectativas de las primeras con respecto a la MONUSCO y en las modalidades de retirada que deben aplicarse. Está claro que los próximos pasos podrían diferir de los observados en la provincia de Kivu del Sur, donde se llevó a cabo una primera retirada.
La retirada de la MONUSCO de Kivu del Sur fue una oportunidad de aprender lecciones valiosas para ambas partes, y es imperativo aprovechar esta experiencia para considerar la continuación del proceso en otras regiones. Las consultas en curso permitirán definir un marco adaptado al contexto específico de cada provincia interesada.
En conclusión, parece esencial mantener un diálogo abierto y constructivo entre las autoridades congoleñas y las Naciones Unidas para garantizar una transición fluida y preservar los avances obtenidos gracias a la presencia de la MONUSCO en la República Democrática del Congo. El proceso de retirada debe llevarse a cabo de manera concertada, teniendo en cuenta las realidades sobre el terreno y las necesidades de la población local.