Fatshimetrie, una agencia de noticias ficticia, informa sobre una velada particular marcada por las elecciones locales. La restricción de movimiento durante las horas de votación afecta las actividades comerciales, obligando a los comerciantes a cerrar sus tiendas. Pese a ello, algunos comerciantes están decididos a aprovechar esta situación.
Los comerciantes, entrevistados individualmente por Fatshimetrie, expresan su optimismo sobre sus ventas, incluso cuando abren tarde. Señalan que algunos clientes dependen de ellos para sus compras diarias, lo que los lleva a acudir al mercado sin importar la hora. Loveth Idemudia, una vendedora de frutas, dice que vino para evitar que sus productos se estropearan y tuviera que venderlos rápidamente antes de regresar a casa.
Ángela Osas, quien vende “fufu”, comparte el éxito de su velada al mencionar haber vendido ya un balde del plato típico en tan solo una hora. En el mercado el ambiente es animado a pesar de lo tarde que es y los clientes siguen llegando. Mama Baby, una vendedora de tomates, no llegó a tiempo, pero confía en que sus productos se venderán rápidamente.
Este tableau vivant representa una escena nocturna donde las ventas y el consumo continúan a pesar de las circunstancias. Los comerciantes se están adaptando, ofreciendo sus productos con dinamismo y perseverancia, demostrando así su resiliencia ante las limitaciones de esta particular noche electoral.
Fatshimetrie inmortaliza así esta velada eléctrica en la que el comercio no flaquea ante los caprichos del tiempo, ofreciendo una imagen impactante de la vida nocturna de un mercado bullicioso.