El mundo artístico de Rema ha sido recientemente objeto de debate en las redes sociales, y el artista enfrenta acusaciones de que está asociado con la adoración al diablo. Durante una entrevista reciente en el podcast Kids Take Over, Rema refutó las acusaciones, calificándolas de «locas» y considerándolas las cosas más extravagantes de ella.
Se tomó el tiempo para explicar que las elecciones artísticas que subyacen a su obra son simplemente decisiones estéticas, señalando que la reciente «fase de la rabia», caracterizada por el uso del rojo, ha sido mal interpretada. «Lo más loco que he visto sobre mí en línea es que adoro al diablo; dicen que adoro al diablo», dijo.
El artista señaló que algunas personas tienen dificultades para comprender que los colores y simbolismos utilizados en su arte son, ante todo, elecciones visuales. Explicó que la fase roja que atravesó fue solo una exploración estética, comparándola con una hermosa mujer vestida de rojo, que no es percibida como malvada.
Además, Rema arrojó luz sobre la influencia de su cultura Edo en sus imágenes musicales y expresó su frustración por el prejuicio de que su cultura sería etiquetada como «malvada» simplemente por ignorancia. “Mi arte y mi música son un reflejo de mi cultura Edo, una cultura poco conocida e incomprendida por muchos, antes que perder el tiempo respondiendo a estas acusaciones, prefiero centrarme en mi trabajo creativo”, señaló.
El artista también habló sobre el hecho de que su cultura no se ha beneficiado de una gran visibilidad en la escena internacional, lo que contribuye a interpretaciones erróneas. Ha afirmado que no tiene la intención de justificar sus elecciones artísticas ante aquellos que no buscan comprender, prefiriendo dejar que su arte se exprese auténticamente.
En conclusión, Rema enfatizó su creencia de que el arte debe estar libre de interpretación y no requiere una justificación constante. Dice que la música y las imágenes que crea deberían hablar por sí mismas, invitando a las personas a encontrar su propio significado sin juicios previos. Esta afirmación de su integridad artística atestigua su determinación de permanecer fiel a su visión creativa, a pesar de las críticas y los malentendidos.