En el dinámico mundo de la espiritualidad y las iglesias carismáticas, los discursos y las prácticas se están multiplicando. Sin embargo, algunos lemas y expresiones suscitan debates y críticas, como lo demuestra la reciente perorata del veterano actor nigeriano Patrick Doyle contra el famoso lema «Soy elegido», cantado a menudo por miembros de los Ministerios de Renacimiento Carismático del Señor Elegido.
En una publicación reciente en Facebook, Doyle calificó el eslogan de «absurdo» y argumentó que no encaja con la doctrina cristiana. Según él, la expresión «soy elegido», tal como la utilizan los miembros de este grupo religioso, no debe asociarse de ningún modo al Cuerpo de Cristo.
Subraya que los miembros de esta secta no tienen a Jesús en mente cuando corean este lema. Sin duda, su adoración está dirigida a un hombre, su líder principal y la secta que fundó. Para Doyle, este lema no menciona ni implica a Jesús de ninguna manera.
El actor llega incluso a afirmar que vincular este absurdo eslogan con la gloria del nombre o de la persona de nuestro Salvador Jesucristo equivale a burlarse de nuestra fe. Según él, los blogueros y creadores de contenidos que utilizan este lema no se burlan de la Iglesia de Dios, sino de la secta en cuestión y de su fundador.
Estas críticas a Doyle se producen en un contexto de creciente escepticismo en torno a los testimonios de los miembros de esta iglesia. En los últimos tiempos, las redes sociales se han inundado de vídeos de devotos que cuentan experiencias milagrosas, lo que ha provocado debates en línea.
En uno de los vídeos, una anciana afirmaba haber desarmado a cuatro ladrones armados, lo que provocó el arresto de tres de ellos. En otro testimonio, un hombre dijo que había sobrevivido a un secuestro, múltiples ataques con machetes y tiroteos sin sufrir ninguna herida.
Esta controversia plantea cuestiones importantes sobre la fe, la práctica religiosa y la verdad de los testimonios dentro de las iglesias carismáticas. Destaca la necesidad de una reflexión crítica y un enfoque equilibrado de las manifestaciones de la espiritualidad contemporánea.
Así, el análisis de Patrick Doyle y los debates suscitados por los testimonios de miembros de los Ministerios de Renacimiento Carismático del Señor Elegido invitan a la introspección y a una reflexión profunda sobre la forma en que se vive y expresa la fe y la práctica religiosa en nuestra sociedad actual.