**Los funcionarios públicos del estado de Oyo luchan contra el aumento de los costos del transporte: un grito de ayuda**
La difícil situación de los funcionarios públicos del estado de Oyo ha llegado a un punto crítico, ya que deben hacer frente a los crecientes costos del transporte que los están llevando al borde de la crisis financiera. En entrevistas realizadas por Fatshimetrie en Ibadan, varios funcionarios públicos compartieron sus historias de dificultades, arrojando luz sobre las duras realidades que enfrentan a diario.
Un funcionario público federal, el Sr. Bobola Adegbite, expresó su profunda preocupación por los exorbitantes gastos de transporte en los que incurre ahora, que ascienden a la asombrosa suma de N2.500 por día. Dado que el salario mínimo actual de N70.000 no puede seguir el ritmo de las crecientes tarifas del transporte, Adegbite subrayó la necesidad urgente de una intervención gubernamental para aliviar la carga de los funcionarios públicos.
De manera similar, la Sra. Adejoke Alamu, otra empleada federal, pidió una revisión de las políticas gubernamentales en materia de precios de los productos petrolíferos para aliviar la presión financiera de los trabajadores. Lamentó el hecho de que ahora gasta una media de 3.000 nairas al día en transporte, lo que convierte su coche en un lujo que no puede permitirse debido a los exorbitantes costes del combustible.
El Sr. Stephen Alade, un empleado del gobierno estatal, se hizo eco de estos sentimientos y lamentó el impacto perjudicial del aumento de las tarifas del transporte en el nivel de vida de su familia. Con los gastos por las nubes, Alade se vio incapaz de ahorrar para el sustento de su familia, pintando un panorama desolador de las repercusiones de la crisis de los costes del transporte en los funcionarios públicos.
La Sra. Abigael Mojoyin, otra funcionaria del gobierno del estado de Oyo, destacó la triste realidad a la que se enfrentan los funcionarios públicos nigerianos, subrayando la necesidad de una intervención gubernamental urgente para aliviar su difícil situación. A pesar de la provisión de autobuses gratuitos para los empleados del gobierno estatal, las inconsistencias operativas y los costos adicionales, como las tarifas de las motocicletas, agravan aún más la presión financiera de los trabajadores.
El llamado colectivo de los funcionarios públicos para que el gobierno intervenga para mitigar los efectos devastadores del aumento de los costos del transporte subraya la necesidad urgente de una acción audaz y decisiva. Como columna vertebral del servicio público, los funcionarios públicos merecen un mayor apoyo y consideración para garantizar su estabilidad financiera y su bienestar. Es imperativo que todos los niveles de gobierno prioricen el bienestar de los funcionarios públicos mediante la implementación de medidas que alivien la carga de los costos del transporte y mejoren su calidad de vida.