Aplazamiento de las elecciones presidenciales en Senegal: tensiones políticas y cuestiones democráticas en juego

2024-02-04

En un discurso a la nación, el presidente senegalés Macky Sall anunció el sábado el aplazamiento de las elecciones presidenciales inicialmente previstas para el 25 de febrero. Esta decisión se produce tras tensiones políticas y una disputa entre la Asamblea Nacional y el Consejo Constitucional del país.

Macky Sall derogó su decreto que fijaba la fecha de las elecciones presidenciales tras la creación de una comisión parlamentaria encargada de investigar la integridad de dos jueces del Consejo Constitucional. Se cuestionó la legitimidad de estos jueces en el proceso electoral, lo que llevó al presidente a tomar esta decisión de aplazamiento.

El jefe de Estado senegalés subrayó el deseo de iniciar un diálogo nacional abierto para crear las condiciones necesarias para unas elecciones libres, transparentes e inclusivas. Sin embargo, no se ha anunciado ninguna fecha concreta para la elección presidencial.

El aplazamiento de estas elecciones ha suscitado preocupación, en particular por parte de Estados Unidos, que ha pedido a las autoridades senegalesas que fijen rápidamente y con calma una nueva fecha. A menudo se considera que Senegal es un país democráticamente estable y este aplazamiento constituye un acontecimiento inusual en su historia política.

Se esperaba que estas elecciones presidenciales fueran una de las más inciertas desde la independencia del país en 1960. La elección del candidato del bando presidencial, el Primer Ministro Amadou Ba, había provocado divisiones dentro del propio bando. Además, numerosos candidatos fueron excluidos de la lista de candidatos validada por el Consejo Constitucional, entre ellos dos importantes figuras de la oposición: Ousmane Sonko, actualmente en prisión, y Karim Wade, hijo del ex presidente Abdoulaye Wade.

Este aplazamiento se produce también en un contexto de conflicto entre la Asamblea Nacional y el Consejo Constitucional, con la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre la integridad de determinados jueces. Esta situación ha desatado acusaciones de posible manipulación política para retrasar las elecciones.

El presidente Macky Sall reiteró su compromiso de no volver a presentarse y de entregar el poder al presidente electo a principios de abril. También destacó la importancia de preservar la estabilidad del país y evitar cualquier nueva crisis, en referencia a los disturbios violentos que ocurrieron en el pasado.

En conclusión, el aplazamiento de las elecciones presidenciales en Senegal y las tensiones políticas que las precedieron ponen de relieve cuestiones importantes relacionadas con la integridad del proceso electoral. El país necesitará ahora participar en un diálogo nacional para garantizar elecciones libres y justas. Este aplazamiento marca una etapa sin precedentes en la historia política de Senegal, pero es de esperar que contribuya a fortalecer la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático del país.

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