Los desafíos humanitarios siguen siendo cruciales en las provincias de Kivu del Norte y del Sur, así como en Ituri, en la República Democrática del Congo. A pesar de las graves necesidades, el acceso a las zonas controladas por grupos armados sigue siendo muy limitado, lo que obstaculiza la respuesta humanitaria. Esta realidad fue revelada en un alarmante informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas, publicado recientemente.
El espacio para la intervención humanitaria se está reduciendo de manera preocupante, lo que constituye el primer obstáculo operativo que hay que superar. Al mismo tiempo, la financiación sigue siendo una limitación importante para los esfuerzos humanitarios en la República Democrática del Congo. Según OCHA, sólo se ha financiado el 23% del presupuesto requerido para los proyectos en curso hasta julio. Esta situación sigue siendo crítica al inicio del segundo semestre.
Además, el informe destaca que la asistencia humanitaria se centra principalmente en las crisis derivadas de los desplazamientos vinculados a conflictos armados, en detrimento de otros aspectos como las inundaciones o la inseguridad alimentaria, que también requieren una respuesta urgente. Los acontecimientos recientes, en particular la escalada del conflicto que involucra al M23 en Kivu del Norte y los incesantes ataques en Ituri, han provocado nuevos desplazamientos masivos de poblaciones, retornos forzosos y un aumento de las necesidades humanitarias en diferentes niveles.
La alarmante cifra de 4,7 millones de personas que han recibido asistencia humanitaria hasta el 31 de julio revela la magnitud de la actual crisis humanitaria. Además, los recientes brotes de violencia se han cobrado la vida de 31 civiles en el territorio de Djugu desde el 13 de septiembre, dejando a más de 60.000 personas aisladas de la asistencia humanitaria en Fataki, Mangala y Drodro debido a la violencia.
Ante esta situación crítica, es imperativo que la comunidad internacional intensifique sus esfuerzos para garantizar un acceso seguro e ininterrumpido a las poblaciones afectadas, garantizando al mismo tiempo una financiación adecuada para responder a las crecientes necesidades humanitarias. La cooperación entre actores humanitarios, autoridades locales y grupos armados es esencial para superar los desafíos actuales y brindar asistencia esencial a las poblaciones vulnerables en la República Democrática del Congo, respetando al mismo tiempo los principios humanitarios universales.