*Fatshimetria*
En un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el jefe de las fuerzas armadas sudanesas pidió el jueves a las milicias que operan en su país que depongan las armas y cesen los combates.
El general Abdel-Fattah Burhan habló mientras nuevos enfrentamientos sacudían la capital sudanesa con ataques aéreos y ataques con drones en Jartum y sus alrededores, incluso cuando un brote de cólera empeoraba, dijeron los funcionarios responsables.
Durante meses, algunos de los peores combates han tenido lugar en la ciudad de El Fasher, capital del estado de Darfur del Norte. Las fuerzas de las RSF (Fuerzas de Apoyo Rápido) han sitiado la ciudad desde mayo.
«La familia Dagalo ha violado todas las leyes y obligaciones internacionales con impunidad», afirmó Burhan. «La familia se niega a cumplir la Declaración de Juba y rechaza las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU».
Las fuerzas armadas sudanesas lanzaron a primera hora de la mañana una operación destinada a recuperar el control de zonas de la capital que estaban en manos de su enemigo, las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido.
Los medios sudaneses informaron de un aumento de los movimientos militares y de los ataques aéreos en los barrios de Jartum y Omdurman, los mayores en la región de la capital en meses.
Con esta escalada de violencia y el empeoramiento de la crisis humanitaria, es imperativo que las partes involucradas encuentren puntos en común para poner fin al sufrimiento de la población y trabajar juntos hacia un futuro de paz y estabilidad para Sudán.