Fatshimetrie está en alerta este viernes mientras el ejército israelí continúa sus ataques contra Hezbolá en el Líbano por quinto día consecutivo. Las tensiones entre los dos partidos son palpables, particularmente con los ataques con cohetes de Hezbollah contra el norte de Israel casi a diario.
Los últimos atentados se produjeron a primera hora del viernes y afectaron a ciudades del sur del Líbano y dejaron heridos, según la agencia oficial libanesa ANI. En este delicado contexto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó firmemente que el ejército israelí continuaría su lucha contra Hezbolá “con toda la fuerza necesaria”.
Los llamados a un alto el fuego están aumentando, y Estados Unidos, Francia, la UE y varios países árabes piden un «fin inmediato de las hostilidades de 21 días» en el Líbano. Emmanuel Macron advirtió claramente contra la negativa de Benjamín Netanyahu a tal alto el fuego, considerando que constituiría un grave error.
Las acciones se han intensificado en los últimos días, cuando el ejército israelí lanzó el jueves «ataques de precisión» en los suburbios del sur de Beirut, que resultaron en la muerte de Mohammed Srour, jefe de la unidad de drones de Hezbollah.
Por su parte, Hezbollah se atribuyó la responsabilidad de los ataques con cohetes contra instalaciones de la industria de defensa cerca de la ciudad de Haifa, en el norte de Israel. Lamentablemente, las consecuencias de estos enfrentamientos no son sólo militares, ya que el Quai d’Orsay confirmó la muerte de una mujer francesa de 87 años durante el derrumbe del edificio donde residía en Tiro, Líbano.
En este tenso contexto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, lanzó un llamamiento a la comunidad internacional, instando a otras naciones a dejar de enviar armas a Israel. Estas tensiones regionales son motivo de preocupación para la estabilidad de la región y requieren una resolución rápida y pacífica. La comunidad internacional debe escuchar y buscar soluciones para desactivar esta escalada de violencia.