Fatshimetrie, el periódico en línea de referencia para todo lo relacionado con la actualidad local en Kinshasa, informó recientemente de una tendencia preocupante en el distrito de Mokali, situado en la comuna de Kimbanseke. De hecho, los pequeños negocios en la carretera son cada vez más comunes, en detrimento de los mercados locales.
El administrador del mercado “Milangi”, Sr. Freddy Ekononga, da la voz de alarma sobre los peligros que representa esta costumbre para los vecinos del barrio. Esta práctica no sólo expone a los vendedores al riesgo de sufrir accidentes de tráfico, sino que también pone en peligro la calidad de los productos al exponerlos al polvo y a las inclemencias del tiempo, que pueden provocar enfermedades.
Es lamentable observar que a pesar de la disponibilidad de mesas vacías en el mercado «Milangi», los residentes de Mokali todavía prefieren vender sus productos en la calle. Esta tendencia se explica en gran medida por la percepción general de que los productos vendidos en la calle son más atractivos para los clientes que los expuestos en los mercados tradicionales.
Sin embargo, esta práctica plantea un verdadero desafío para el buen funcionamiento del mercado, como señala Freddy Ekononga. De hecho, el abandono de las mesas por parte de los vendedores perjudica no sólo la organización del mercado sino también el equilibrio económico de la comunidad local.
Para remediar esta situación, el administrador pide a todos los pequeños comerciantes del distrito de Mokali que aprovechen las mesas vacías puestas a su disposición en el mercado «Milangi», cariñosamente rebautizado como «Mercado Denise Nyakeru» en honor a la esposa del jefe del Estado congoleño, para animarles a utilizar las infraestructuras puestas a su disposición en un entorno más seguro y adaptado a sus actividades comerciales.
En conclusión, es fundamental que los habitantes de Mokali tomen conciencia de los riesgos que corren al practicar pequeños negocios en la carretera y que promuevan los mercados locales como lugares propicios para el desarrollo económico y la preservación de la salud pública. Es deber de todos contribuir a la prosperidad de su comunidad favoreciendo prácticas comerciales responsables y sostenibles.