Fatshimetrie – Kinshasa, 8 de octubre de 2024 – La fluctuación de los precios de las materias primas, en particular del barril de petróleo, es un indicador esencial de la economía mundial e impacta directamente en las economías de los países productores como la República Democrática del Congo. Durante la semana del 20 al 27 de septiembre de 2024, el precio del barril de petróleo registró una caída del 2,85%, cotizándose en 71,47 dólares estadounidenses en el mercado internacional.
Esta caída, registrada por el Banco Central del Congo, se explica en parte por la desaceleración de la demanda de petróleo en algunos países grandes, en particular China. Esta situación pone de relieve la vulnerabilidad de la economía congoleña, que depende en gran medida de las exportaciones de materias primas, especialmente en los sectores minero y agrícola.
Paralelamente, otras materias primas también experimentaron variaciones importantes. El precio del cobre aumentó un 6,25%, ubicándose en 10.035,50 dólares por tonelada, mientras que el del cobalto registró un ligero aumento de 0,16%, ubicándose en 23.830,00 dólares por tonelada. El oro, por su parte, subió un 2,93% y se ubicó en 2.666,67 dólares la onza.
Los precios del trigo y del maíz también aumentaron, un 0,75% y un 1,85%, respectivamente, mientras que el precio del arroz registró un descenso del 1,39%. Estas variaciones en el mercado de materias primas muestran la importancia de seguir de cerca la evolución de estos precios para anticipar los impactos en la economía nacional.
En este contexto, es crucial que la RDC diversifique su economía y promueva otros sectores de actividad para reducir su dependencia de las exportaciones de materias primas. Es necesario considerar políticas económicas e inversiones estratégicas para fortalecer la resiliencia de la economía congoleña frente a las fluctuaciones de los precios de las materias primas en el mercado internacional.
En última instancia, la situación actual pone de relieve la necesidad de que la República Democrática del Congo continúe sus esfuerzos de diversificación económica y fortalecimiento de sus capacidades productivas para garantizar un crecimiento económico estable y sostenible. La gestión eficaz de los recursos naturales del país y el desarrollo de sectores prometedores constituirán palancas esenciales para garantizar un futuro próspero y resiliente para la economía congoleña.