Fatshimetrie, 9 de octubre de 2024 – Hoy se tomó una decisión importante en la República Democrática del Congo, que afecta al sector minero del país. En efecto, el contrato que vinculaba a la sociedad South Energie con la sociedad minera Kilo-Moto (Sokimo) fue suspendido. Este anuncio fue hecho por el Director General durante una reunión entre una delegación de diputados nacionales de Ituri y el Ministro de Cartera.
Esta suspensión se produce tras una serie de demandas de los empleados y directivos de Sokimo, que recientemente iniciaron una huelga para protestar por varios puntos. Entre las demandas de los trabajadores se encuentran el pago de 118 meses de salarios atrasados, el cese de las actividades de la empresa, la rescisión del contrato con South Energie, así como la suspensión del director general por acusaciones de mala gestión y malversación de salarios. .
Esta situación plantea interrogantes sobre la gestión interna de Sokimo y pone de relieve las tensiones sociales presentes dentro de la empresa. La suspensión del contrato con South Energie es un primer paso para resolver estos problemas, pero aún queda mucho por hacer para restablecer la confianza de los empleados y garantizar la sostenibilidad de la empresa minera Kilo-Moto.
El Ministro de Cartera pidió al comité de dirección de Sokimo que presente un plan estratégico para relanzar la actividad de la empresa en un futuro próximo. Además, se enviará al terreno un equipo de auditoría del Alto Consejo de Cartera para evaluar la situación de manera objetiva y transparente.
Es fundamental que todas las partes interesadas se sienten a la mesa lo antes posible para encontrar soluciones sostenibles y equitativas. La transparencia, la buena gobernanza y el respeto de los derechos de los trabajadores deben estar en el centro de las acciones que se deben tomar para garantizar un futuro estable y próspero para Sokimo.
La suspensión del contrato entre South Energie y Sokimo marca un punto de inflexión en la historia de esta empresa minera y abre el camino a cambios positivos para todas sus partes interesadas. Ahora queda transformar estos desafíos en oportunidades para construir un futuro mejor para la industria minera congoleña.