En el reciente enfrentamiento entre las Súper Águilas de Nigeria y los Caballeros del Mediterráneo de Libia, el público futbolístico presenció una espectacular victoria del equipo nigeriano gracias a un gol tardío de Fisayo Dele-Bashiru. Esta victoria permitió a las Súper Águilas acumular siete puntos en el Grupo D de las eliminatorias de la Copa Africana de Naciones. Sin embargo, a pesar de la victoria, es importante subrayar que hubo aspectos positivos pero también puntos de mejora en el juego del equipo.
Fisayo Dele-Bashiru, a menudo comparado con el legendario Jay Jay Okocha, ha vuelto a demostrar su potencial como centrocampista goleador de las Super Eagles. Con su número 10 a la espalda, Dele-Bashiru demostró su capacidad para marcar goles decisivos, como lo demuestra su gol en el minuto 86 contra Libia. Su actuación general también fue notable, inspirando a las Super Eagles a adoptar un enfoque ofensivo con sus atrevidos pases verticales.
A pesar de la victoria, es importante destacar las deficiencias del arbitraje en este encuentro. Por ejemplo, el juez de línea anuló injustamente un gol de Ademola Lookman, lo que destaca la necesidad de una mejor asistencia por vídeo para evitar errores tan costosos. Estas decisiones cuestionables plantean dudas sobre la calidad del arbitraje en la clasificación de la AFCON y la necesidad de mejorar.
Finalmente, Victor Boniface, delantero del Bayer Leverkusen, volvió a decepcionar al no poder marcar a pesar de su posición inicial ante la ausencia de Victor Osimhen. Su falta de productividad sobre el terreno de juego pone en duda su capacidad para rendir a nivel internacional y genera dudas sobre su lugar en la selección nacional.
En conclusión, la victoria de las Súper Águilas contra Libia puso de relieve tanto las fortalezas como las debilidades del equipo. Con Dele-Bashiru emergiendo como un potencial goleador clave, el equipo puede mirar hacia el futuro con optimismo mientras trabaja en áreas de mejora, particularmente en el arbitraje y las actuaciones individuales.