La crisis postelectoral del estado de Rivers en Nigeria: una advertencia para la democracia nacional

En el estado de Rivers, Nigeria, la situación postelectoral sigue siendo tumultuosa, marcada por incidentes de violencia y tensiones políticas. Un informe reciente, publicado tras estos disturbios generalizados, señala con el dedo la gestión electoral del gobernador y su supuesta indiferencia hacia los protocolos legales.

El Dr. Emmanuel Agabi, director ejecutivo del Instituto de Estudios de Gobernanza (IEMG), destacó la «desesperación del gobernador por consolidar su poder político» como el factor central detrás de la violencia postelectoral. Según él, «la insistencia del gobernador en seguir adelante con las elecciones a pesar de las decisiones judiciales y las preocupaciones de seguridad ilustra un preocupante desprecio de las normas legales».

El informe también condena la falta de materiales electorales, la no utilización de los registros electorales y la declaración prematura de resultados. Si bien la policía nigeriana fue criticada por su retirada de las misiones electorales, el informe la exoneró, diciendo que la decisión fue el resultado de una orden del Tribunal Superior Federal.

Es fundamental señalar que la policía siguió una directiva judicial y su retirada no debe interpretarse como negligencia, subrayó Agabi, atribuyendo los disturbios a los partidarios del gobernador Fubara.

El informe pide medidas inmediatas, incluida una investigación exhaustiva del incendio provocado, la anulación de los resultados electorales, la intervención de seguridad federal y el diálogo con los partidos de la oposición. Advirtió que la «crisis política del Estado sólo empeorará si no se toman medidas urgentes para restaurar la rendición de cuentas y el respeto a los principios democráticos».

Refiriéndose al turbulento estado del tejido democrático en Rivers, el informe señaló que “el uso de incendios provocados como herramienta de intimidación política no sólo es reprensible, sino peligroso y potencialmente conduce a un conflicto más amplio”. Pidió al gobernador Fubara que respete las decisiones judiciales y abrace el diálogo para evitar una escalada de disturbios.

Citando al ex presidente Goodluck Jonathan, el informe concluye diciendo: «Esta crisis debería servir como una llamada de atención a lo que podría convertirse en un problema nacional mayor si no se aborda».

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