Educación y resiliencia: los estudiantes desplazados por el conflicto de Mbole-Lengola regresan a la escuela

Fatshimetrie: Los estudiantes desplazados por el conflicto de Mbole-Lengola regresan a la escuela en Kisangani

Es un rayo de esperanza que brilla en Kisangani mientras los estudiantes desplazados por el conflicto de Mbole-Lengola regresan a la escuela para el nuevo año escolar 2024-2025. A pesar de las dificultades y el trauma causado por las atrocidades entre comunidades, estos jóvenes estudiantes muestran una increíble resiliencia y determinación para continuar su educación.

Las escuelas de la zona, como la escuela primaria Hodari, Tshololo 1 y Tshololo 2, reciben a estos estudiantes con amabilidad y determinación. El director de la escuela primaria Hodari, Fundi Mulumbi, da testimonio del compromiso de los estudiantes que continúan matriculándose a pesar de las dificultades. Destaca la importancia de apoyarlos y garantizar que tengan acceso a una educación de calidad, de acuerdo con los requisitos de la Constitución.

Las estadísticas de matriculación muestran una tendencia positiva: cada vez más estudiantes desplazados regresan a la escuela. Esto es posible gracias al compromiso y apoyo de socios como UNICEF, que contribuyeron a la reconstrucción de las instalaciones sanitarias de las escuelas primarias Tshololo 1 y 2. Estos esfuerzos conjuntos hacen posible la integración exitosa de estos estudiantes y les permiten retomar su aprendizaje. en condiciones adecuadas.

A pesar de los avances logrados, los desafíos persisten. Las escuelas de acogida se enfrentan a condiciones de aprendizaje precarias, con falta de pupitres y bancos. Los directores y autoridades escolares están buscando soluciones para mejorar estas condiciones, en particular negociando con socios potenciales para el establecimiento de espacios temporales.

La historia de estos estudiantes desplazados es una lección de coraje y determinación. Su deseo de regresar a su educación a pesar del trauma que han experimentado es inspirador y subraya la importancia del acceso a la educación para todos, independientemente de su origen o procedencia. Kisangani es el escenario de una nueva página de esperanza y resiliencia, con estos jóvenes estudiantes como símbolos de una comunidad que se está recuperando y reconstruyendo.

En este nuevo año escolar, brindémosles todo el apoyo y la orientación que necesitan para tener éxito y prosperar. El camino a la educación es un derecho fundamental, y estos estudiantes desplazados nos recuerdan la fuerza y ​​determinación que reside en cada uno de nosotros para superar los desafíos y construir un futuro mejor.

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