Fatshimetrie, la gobernadora del estado de Osun, la senadora Ademola Adeleke, pidió recientemente a los líderes religiosos que permanezcan apolíticos para poder decir la verdad al poder y actuar como catalizadores del buen gobierno en Nigeria.
Hablando en la séptima conferencia en memoria de St. Moses Orimolade con el tema “La Iglesia como catalizador para el buen gobierno en Nigeria”, Adeleke destacó la importancia de que la Iglesia hable directamente al poder y permanezca fiel a su papel profético. Citó al Papa Juan Pablo II en 1994, enfatizando que la Iglesia debe continuar ejerciendo su papel profético y ser la voz de los que no tienen voz, para que la dignidad humana sea reconocida en todas partes y las personas estén siempre en el centro de todas las decisiones gubernamentales.
Adeleke subrayó que el silencio de la Iglesia no es una opción y pidió por su parte una acción decisiva en cuestiones cruciales como las elecciones libres y justas, la dignidad de todos los seres humanos, la superioridad del interés público sobre los intereses privados, el respeto a la supremacía de la Constitución. , el respeto del estado de derecho y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. También enfatizó la importancia de la divinidad al guiar a los líderes y compartió que su éxito como gobernador se puede atribuir a la guía del Espíritu Santo.
Por su parte, el presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria, CAN, el arzobispo Daniel Okoh, instó a los líderes religiosos a ser apolíticos y ser un catalizador para el buen gobierno discutiendo abiertamente los temas con los líderes políticos. Hizo hincapié en que la Iglesia debe establecer grupos de defensa basados en la iglesia para desempeñar su papel como catalizador del buen gobierno.
En conclusión, la conferencia destacó la importancia crítica de que la Iglesia regrese a sus principios fundamentales, hable con franqueza al poder y apoye al pueblo para promover una gobernanza justa, equitativa y transparente. Está claro que la participación activa de la Iglesia en la política puede desempeñar un papel crucial en la transformación positiva de la sociedad y del país en su conjunto.