Las noticias recientes en Kenia están marcadas por un conflicto sin precedentes entre el presidente, el Parlamento y el vicepresidente derrocado. Esta lucha política se está librando actualmente en los pasillos de la justicia y plantea una serie de cuestiones complejas que podrían hundir al país en un callejón sin salida constitucional.
Después de que el Senado votara a favor de acusar a Rigathi Gachagua la semana pasada, su equipo legal impugnó firmemente la decisión y se apresuró a acudir a los tribunales. Los abogados de Gachagua afirman en particular que las acusaciones presentadas para justificar el despido del vicepresidente eran infundadas y no se basaban en ninguna prueba tangible.
El Tribunal Superior emitió una orden cautelar suspendiendo el procedimiento de sustitución de Gachagua hasta el 24 de octubre. La medida se produjo justo antes de la ceremonia de juramento del nuevo aspirante a vicepresidente, Kithure Kindiki.
El Parlamento, dominado mayoritariamente por la alianza gobernante, pidió al Tribunal Superior que levantara las órdenes que impedían a Kindiki convertirse en vicepresidente, petición que fue rechazada.
En un giro inesperado, el tribunal compuesto por tres jueces encargados de pronunciarse sobre la suerte del vicepresidente derrocado se reunió el sábado 19 de octubre. El abogado de Gachagua escribió a la secretaría del poder judicial solicitando una investigación sobre el procedimiento de constitución del tribunal.
El martes por la mañana, Gachagua estuvo en la corte para presenciar la audiencia de su caso de impeachment. Se trata del primer juicio político contra un vicepresidente en la historia de Kenia, lo que ha provocado acalorados debates sobre la interpretación de la Constitución de 2010.
Kindiki se desempeñó como Ministro del Interior durante el mandato de Ruto. Se le atribuyó en parte la violenta represión de los manifestantes durante las históricas protestas contra los impuestos entre junio y julio. Sobrevivió a la reorganización del gabinete que siguió a la retirada de partes de la controvertida ley.
Esta lucha política sin precedentes en Kenia pone de relieve las tensiones y cuestiones complejas en la gobernanza del país. Las decisiones adoptadas por los tribunales tendrán sin duda un impacto importante en el futuro político del país y pondrán de relieve la importancia crucial del respeto del Estado de derecho y la Constitución a la hora de resolver los conflictos políticos.