“Estalla la polémica en Senegal por el aplazamiento de las elecciones presidenciales: ¿un golpe de Estado encubierto?”

Las autoridades de Senegal se enfrentan a una controversia sobre la fecha de las próximas elecciones presidenciales, inicialmente previstas para febrero pero pospuestas diez meses. Esta decisión sin precedentes provoca fuertes reacciones, tanto a nivel regional como internacional.

El Presidente Macky Sall justificó este aplazamiento citando un conflicto electoral entre el Parlamento y el sistema judicial en relación con determinadas candidaturas. Sin embargo, los líderes y candidatos de la oposición rechazaron la medida, calificándola de «golpe de estado».

La situación llegó a un punto crítico cuando a varios diputados de la oposición se les impidió votar y el Parlamento fijó la nueva fecha de las elecciones para diciembre. Esta situación provocó indignación y condena de muchos actores políticos. Sin embargo, el mandato del presidente Sall debía finalizar el 2 de abril.

«Estamos decepcionados con nuestro país», declaró Moustapha Kane, profesor en la capital, Dakar, mientras las tensiones de los últimos días parecen estar amainando. «Éramos una gran democracia. Ahora corremos el riesgo de convertirnos en el hazmerreír de otros países».

La campaña electoral estuvo marcada por numerosos incidentes, desde enfrentamientos mortales que llevaron a Sall a anunciar que no se presentaría a un tercer mandato, hasta la inhabilitación de dos líderes de la oposición por parte de la autoridad electoral suprema.

La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que se enfrenta a una ola de golpes de estado en la región, insta a la clase política senegalesa a «tomar medidas urgentes para restablecer el calendario electoral de conformidad con la Constitución de Senegal».

Es importante señalar que las elecciones presidenciales en Senegal nunca se han pospuesto hasta ahora. La Constitución, sin embargo, otorga al Consejo Constitucional, máxima autoridad electoral, el poder de modificar la fecha de votación en determinadas circunstancias, incluida «la muerte, incapacidad permanente o retirada» de los candidatos.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos también expresó su preocupación por la situación en Senegal, enfatizando la necesidad de realizar amplias consultas antes de tomar la decisión de posponer las elecciones.

Esta crisis llega en un momento en que la CEDEAO enfrenta desafíos para mantener la cohesión entre sus miembros. Tres países recientemente golpeados por golpes de estado han decidido retirarse, acusando a la CEDEAO de sanciones «inhumanas» en respuesta a los golpes militares.

Según Oluwole Ojewale, analista de África Occidental y Central del Instituto de Estudios de Seguridad centrado en África, la CEDEAO debe limitar su interferencia en los asuntos políticos de los estados miembros o fortalecer su papel supervisor.

“La CEDEAO es incoherente”, explica Ojewale. «No puede condenar los golpes militares y amenazar con una intervención mientras tolera comportamientos políticos irresponsables en otros contextos».

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