El sector energético de Nigeria vuelve a estar en el centro de las noticias, generando serias preocupaciones sobre la gestión de fondos y el funcionamiento de las refinerías. De hecho, tras los llamados urgentes de Energy Reforms Advocates (ERA) y APC Youth Vanguard for Change (APCYVC) para una investigación sobre la Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria (NNPCL) y su directora general, Mele Kyari, la cuestión de la transparencia y la rendición de cuentas está en el centro de los debates.
La colosal cantidad de 2.900 millones de dólares asignada en 2021 a la rehabilitación de refinerías todavía no ha dado los resultados esperados, lo que ha provocado frustración entre muchos observadores. De hecho, a pesar de estas importantes inversiones, las refinerías siguen inactivas, lo que alimenta un sentimiento de traición por parte de la NNPCL hacia la población.
Crecen las críticas contra lo que se considera corrupción sistémica y falta de rendición de cuentas dentro de la NNPCL. Los grupos de presión señalan que los miles de millones asignados al mantenimiento de las refinerías en los últimos 25 años han contribuido poco a la producción óptima de combustible, lo que ha obligado a Nigeria a importar combustible de dudosa calidad, poniendo en peligro la estabilidad de la economía y la salud de los ciudadanos.
Ante estos alarmantes hallazgos, tanto ERA como APCYVC instan al presidente Tinubu a iniciar una investigación sobre la gestión de la NNPCL y responsabilizar a Mele Kyari por las reformas estancadas. Abogan por medidas inmediatas para revitalizar el sector, como una revisión del marco regulatorio, el reinicio de las refinerías locales, la transparencia en la gestión de los subsidios y el fortalecimiento del acceso público a la información.
Al mismo tiempo, la Coalición Juvenil del Delta del Níger contra la pobreza, la inseguridad y la degradación ambiental (CONDYAPIED) pide la dimisión de Mele Kyari, acusándolo de no haber cumplido la promesa de reactivación de la refinería de Port Harcourt para septiembre de 2024. Los miembros de la coalición temen que la refinería se convierta en una planta de mezcla, en detrimento de la salud de las comunidades del delta del Níger, y afirman su determinación de protestar contra este proyecto que consideran peligroso.
Esta revuelta contra la NNPCL y su director general plantea cuestiones cruciales sobre la gobernanza del sector petrolero en Nigeria y destaca las cuestiones vitales de una gestión transparente, eficiente y responsable de los recursos energéticos del país. Si bien la opinión pública está preocupada por estas disfunciones, aumenta la presión sobre las autoridades para que adopten medidas concretas y restablezcan la confianza de los ciudadanos en su sector energético nacional.