En el mundo de la horticultura está surgiendo con fuerza una tendencia: la aparición de flores locales y sostenibles. Ahora es cada vez más común observar una preferencia por las flores cultivadas localmente, en temporada, en contraposición a las variedades del otro lado del mundo. Esta transición hacia una horticultura más responsable responde a una creciente conciencia del impacto ambiental y social de nuestras elecciones de consumo.
A la hora de comprar flores importadas es importante tener en cuenta los muchos kilómetros que recorren para llegar a nuestros puestos. Este transporte genera importantes emisiones de CO2, contribuyendo así al cambio climático. Además, estas flores suelen ser tratadas con productos químicos para garantizar su frescura y longevidad, lo que no deja de tener consecuencias para la salud y el medio ambiente.
Por otro lado, favorecer las flores locales y de temporada es un enfoque respetuoso con el medio ambiente. Al favorecer a los productores locales, reducimos significativamente la huella de carbono vinculada al transporte de flores. Además, las flores de temporada requieren menos tratamientos químicos, preservando así la biodiversidad y la salud de los trabajadores agrícolas.
Sin embargo, surge legítimamente la cuestión de la viabilidad de este modelo. Producir flores respetando criterios de sostenibilidad puede implicar en ocasiones mayores costes para los productores. Es necesario concienciar a los consumidores sobre la importancia de apoyar este enfoque, aceptando un precio más justo por productos de calidad, respetuosos con el medio ambiente y las personas que los producen.
La horticultura sostenible, basada en cultivos locales y estacionales, ofrece muchas ventajas tanto medioambientales como sociales. Al optar por apoyar este enfoque, contribuimos activamente a la preservación de nuestro planeta y a la promoción de una agricultura más respetuosa. Es hora de tomar conciencia del impacto de nuestros actos de consumo y optar por un enfoque más responsable, favoreciendo la belleza ética y responsable de las flores locales.