Fatshimetrie, 28 de octubre de 2024 – La urgente cuestión del suministro eléctrico en Kisangani, ciudad emblemática de la región de Tshopo en la República Democrática del Congo, estuvo recientemente en el centro de las discusiones entre el Jefe de Estado congoleño y el caucus de funcionarios electos nacionales de la región de la Gran Oriental. Este problema, vital para el desarrollo económico y social de la región, requiere especial atención y soluciones concretas.
Según declaraciones del diputado Theoveul Lotika, durante estos fructíferos intercambios con el Presidente de la República se destacó la necesidad de renovar la central hidroeléctrica de Tshopo. Actualmente, esta planta presenta grandes desafíos, con una turbina fuera de servicio y otra suministrando sólo parcialmente los 5,1 megavatios que necesita la población de Kisangani. Para paliar esta crítica situación, se estima que se requeriría una inversión de al menos 45 millones de dólares para la rehabilitación y buen funcionamiento de esta estructura crucial para el suministro energético de la región.
Los diputados nacionales hicieron peticiones concretas al Presidente, subrayando la urgente necesidad de una intervención rápida para resolver esta crisis energética en Kisangani. Los funcionarios electos se muestran optimistas sobre la evolución favorable de la situación, actualmente se están discutiendo propuestas concretas y hay una comprensión mutua de los problemas por parte de todos los interesados.
Un rayo de esperanza parece vislumbrarse en el horizonte, ya que se están celebrando debates sobre la reparación de los daños causados por las actividades ilícitas de algunos países vecinos. Ya se han logrado avances, en particular con la financiación parcial de FRIVAO para obras de infraestructura. Sin embargo, es necesario considerar soluciones a más largo plazo para garantizar un suministro eléctrico estable para los residentes de Kisangani y la región circundante.
El Gobernador de la provincia de Tshopo destacó el impacto directo de esta crisis energética en la economía local, destacando las consecuencias nocivas para las actividades comerciales e industriales. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, sigue confiando en la capacidad de las autoridades para encontrar soluciones duraderas para reactivar la economía regional y mejorar la calidad de vida de los residentes.
En conclusión, la situación energética en Kisangani representa un gran desafío que superar, pero con una fuerte voluntad política y una estrecha colaboración entre los actores locales y nacionales, es posible vislumbrar un futuro mejor para la región de Tshopo. La implementación de soluciones efectivas para renovar la central hidroeléctrica y garantizar un suministro estable de electricidad constituye una cuestión crucial para el desarrollo sostenible de la región y el bienestar de su población.