La educación en peligro: el grito de los niños desplazados por la guerra en la República Democrática del Congo

Los niños desplazados por la guerra en el sitio de Nyakabanda 1 en Kibati, en la República Democrática del Congo, encuentran dificultades para acceder a la educación. La falta de escuelas los obliga a realizar actividades precarias, exponiendo a estos jóvenes a peligros potenciales. Exigen la construcción de aulas y apoyo de las autoridades para retomar sus estudios. La crisis educativa pone de relieve los persistentes desafíos del sistema educativo congoleño, particularmente en zonas afectadas por conflictos armados. Se deben tomar medidas concretas para garantizar el derecho a la educación de todos los niños desplazados, a fin de garantizar un futuro mejor para la juventud congoleña.
Fatshimetrie, 29 de octubre de 2024. La situación de los niños desplazados por la guerra, en edad escolar, en el sitio de Nyakabanda 1 en Kibati, en el territorio de Nyiragongo en la República Democrática del Congo, suscita preocupación sobre su acceso a la educación. Durante una visita de campo, resultó que estos jóvenes están luchando por regresar a la escuela y enfrentan grandes desafíos.

Los testimonios conmovedores de estos niños, como el de Sebigore Jean-Luc, de 10 años y natural de Rugari, en el territorio de Rutshuru, demuestran la dificultad de la situación. «Desde que nos vimos obligados a abandonar nuestras casas, casi no tenemos oportunidad de estudiar. Ya han pasado dos años. Las autoridades deberían tomar medidas para construir aulas para que nosotros también podamos continuar nuestra educación», expresó con sinceridad.

La escasez de escuelas en el sitio de Nyakabanda 1 obliga a estos niños a realizar actividades precarias, como buscar leña para cubrir sus necesidades básicas, como comprar jabón y agua potable. Esta búsqueda diaria no sólo es agotadora, sino que también expone a estos jóvenes a peligros potenciales. De hecho, la proximidad al Parque Nacional Virunga los expone al riesgo de encuentros con diversas fuerzas armadas, desde guardaparques hasta grupos rebeldes locales.

Estos niños expresan su consternación ante la imposibilidad de ir a la escuela, debido a la falta de recursos económicos suficientes por parte de sus familias. Lanzan un conmovedor llamamiento a las autoridades congoleñas para que intervengan urgentemente y exijan la construcción de aulas en su lugar para permitirles reanudar sus estudios.

Además, el inicio del curso escolar 2024-2025 comenzó tímidamente en ciertos colegios de la región, luego de una prolongada huelga de docentes exigiendo mejores condiciones salariales. Esta crisis pone de relieve las persistentes dificultades del sistema educativo congoleño, particularmente en zonas afectadas por conflictos armados.

Es imperativo que se adopten medidas concretas para garantizar el derecho a la educación de todos los niños, incluidos los desplazados por los horrores de la guerra. La inversión en infraestructura escolar y el apoyo al profesorado son áreas prioritarias para ofrecer un futuro mejor a la juventud congoleña y promover la reconstrucción de una sociedad sostenible e inclusiva.

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