El ataque aéreo en Beit Lahiya, en la Franja de Gaza, provocó indignación y preocupación por el número de víctimas, según el Ministerio de Salud de Gaza, que dijo que 77 personas murieron o resultaron heridas tras este bombardeo.
El edificio de cinco pisos que fue alcanzado por este impacto quedó casi completamente destruido, como lo demuestran los videos tomados en el lugar. Las impactantes imágenes también mostraban más de una decena de cuerpos envueltos en sábanas en el suelo o transportados en una carreta.
Es trágico observar que muchas familias desplazadas se encontraban en el edificio que fue atacado. El Ministerio de Salud también informó de la ausencia de médicos para tratar a los heridos en el hospital Kamal Adwan, que también fue alcanzado recientemente por fuego israelí.
El director del hospital, Dr. Hussam Abu Safiya, imploró el establecimiento de un corredor médico seguro para permitir que los equipos médicos ayuden lo más rápido posible. Subrayó la urgencia de la situación al mencionar que los niños están en cuidados intensivos y requieren amputaciones.
Los funcionarios de los medios de comunicación del gobierno liderado por Hamas en Gaza enfatizaron que muchas de las víctimas en Beit Lahiya eran mujeres y niños, enfatizando la naturaleza trágica de este ataque.
Como la comunicación con el norte de Gaza sigue siendo intermitente, confirmar las cifras de víctimas está resultando difícil para los medios, incluida CNN, que está tratando de obtener más información sobre el objetivo del ataque contactando a las Fuerzas de Defensa de Israel.
Esta escalada de violencia se produce en un contexto en el que el ejército israelí ha lanzado desde principios de mes una renovada campaña militar aérea y terrestre en el norte de Gaza, lo que hace temer una intensificación de los enfrentamientos y las víctimas civiles en la región.
Este ataque aéreo plantea una vez más interrogantes sobre la protección de los civiles en tiempos de conflicto armado, recordando la urgencia de la acción humanitaria para poner fin al sufrimiento de las poblaciones afectadas por las hostilidades.