El caso entre Zzini Media y Floyd Mayweather se remonta a 2017, cuando supuestamente incumplió su compromiso de viajar a África Occidental. A pesar de los esfuerzos de Zzini Media por recuperar los fondos, la empresa finalmente presentó una demanda contra el boxeador en 2018, acusándolo de incumplimiento de contrato, fraude y enriquecimiento injusto.
Según documentos judiciales, Mayweather debe pagar 1.368.142 dólares en daños, 721.881,32 dólares en intereses previos al fallo, 16.270 dólares en honorarios de abogados y 285 dólares en costas judiciales. Aunque el equipo legal de Mayweather argumentó que el estatus de Zzini Media fuera de Estados Unidos debilitaba su posición legal, el tribunal rechazó esta afirmación, haciéndolo responsable de la cantidad impaga.
Respuesta de la empresa nigeriana
En reacción al fallo, Alex Nwankwo, un ejecutivo de Zzini Media, dijo: «Después de varios intentos fallidos de recuperar los honorarios de comparecencia, la compañía presentó una demanda contra Mayweather… Estamos agradecidos de que dos tribunales hayan concedido a Zzini Media Ltd. «Solicitud para imponer sanciones a Mayweather».
Tras su negativa a saldar la deuda, el tribunal emitió una orden de ejecución que permitía la incautación de dos vehículos de alta gama de la colección de Mayweather: un Bugatti GSV de 2015 o un Ferrari La Ferrari Aperta de 2015.
El comunicado de la empresa nigeriana reveló que las investigaciones forenses habían identificado activos importantes, poniendo en duda las declaraciones públicas de Mayweather sobre su patrimonio neto. Esta situación resalta la importancia de que las celebridades y los atletas cumplan con los compromisos profesionales que han asumido, destacando las consecuencias potencialmente costosas de no cumplir con estos acuerdos.