Fatshimetrie informó recientemente de una tragedia a orillas del lago Tanganica, en la aldea de Mizimwe, situada a unos 30 kilómetros de Kabimba, en territorio de Kalemie. Los restos de una niña de 8 años fueron recuperados el domingo 3 de noviembre, dejando tras de sí una sensación de conmoción y tristeza en la comunidad local.
Según testigos, la joven víctima fue atacada por un cocodrilo el día antes del macabro descubrimiento. Lamentablemente, este no es un caso aislado en la región de Kalemie, donde los ataques de cocodrilos ya se han cobrado la vida de varios residentes este año.
De hecho, la niña de 8 años es la cuarta víctima de un cocodrilo registrada en el territorio de Kalemie desde principios de año. En agosto pasado, una mujer y su hijo también fueron encontrados muertos en la aldea de Kilindila, a orillas del lago Tanganica. El administrador del territorio de Kalemie dijo que las desafortunadas víctimas fueron atacadas mientras sacaban agua del lago, una actividad diaria que se había vuelto mortal debido a la presencia de temibles depredadores.
En febrero pasado, otra tragedia sacudió a la comunidad local con la desaparición de un niño de 15 años, secuestrado por un cocodrilo mientras nadaba en el lago. Estos acontecimientos marcaron un año trágico en 2023, con un saldo ya elevado de 6 muertos por ataques de cocodrilos, sin contar los heridos graves y los desaparecidos.
Ante esta alarmante situación, el administrador territorial de Kalemie ha lanzado campañas de sensibilización para advertir a la población de los riesgos asociados a la visita a las orillas del lago después de las 17.00 horas. Se han tomado medidas para solicitar la retirada de los cocodrilos de la zona, pero las autoridades pertinentes aún no han actuado ante estas solicitudes.
Esta serie de ataques mortales pone de relieve la coexistencia a veces peligrosa entre los seres humanos y la vida silvestre, recordándonos la importancia de preservar el equilibrio ecológico para evitar tragedias de este tipo en el futuro. Los residentes de Kalemie permanecen en alerta y esperan medidas concretas para proteger a su comunidad de los peligros que representan estos temibles cocodrilos del lago Tanganica.