En el cielo nocturno sobre Lacombe, Alberta, un espectacular fenómeno luminoso cautivó recientemente la atención de un residente local, brindando una vista deslumbrante de los misteriosos pilares de luz. Este afortunado canadiense pudo observar de cerca este raro espectáculo, habitualmente observado desde lejos en las regiones polares más frías del planeta.
El 26 de noviembre, bajo una gélida temperatura de -20°C, la magia de los pilares de luz se reveló en todo su esplendor. Este increíble encuentro con la naturaleza quedó inmortalizado en vídeo, permitiendo una visión fascinante del complejo mecanismo de este fenómeno luminoso.
En el origen de estos pilares hay delicados cristales de hielo suspendidos en el aire, con una forma hexagonal muy particular. Estos cristales, que se forman en un rango de temperatura de -8 a -25°C, actúan como pequeños espejos que reflejan la luz del sol o la luna. Cuando se iluminan con fuentes de luz artificial como farolas, edificios iluminados o faros de automóviles, estos cristales crean un impresionante juego de luces, dando origen a estos pilares celestiales.
Entonces ocurre la magia: los pilares adquieren el color y la textura de su fuente de luz original y se extienden majestuosamente hacia el cielo a lo largo de cientos de metros. Esta cautivadora sinfonía visual, que combina la belleza de la naturaleza con reflejos del artificio humano, da testimonio del poder y la poesía que habitan nuestro mundo.
Al contemplar estos pilares de luz en toda su grandeza, no podemos más que asombrarnos por la complejidad y sutileza de los fenómenos naturales que nos rodean. Estos momentos mágicos, donde la ciencia y la belleza se unen para ofrecer un espectáculo impresionante, nos recuerdan la riqueza infinita de nuestro universo y la importancia de preservar su esplendor para las generaciones futuras.