El épico partido entre el FC Saint Éloi Lupopo y el Lubumbashi Sport del 17 de noviembre de 2024 quedará grabado en la memoria de los aficionados al fútbol congoleños. En un estadio Kibasa Maliba repleto, los amarillos y azules marcaron su ritmo desde los primeros minutos del partido, mostrando una determinación inquebrantable para mantener su impulso positivo en el campeonato.
En el minuto 11, Issama Mpeko abrió el marcador con maestría, tras una asistencia de Mika Michée. La tensión era palpable en el estadio y el público permaneció en vilo hasta que Horso Mwaku duplicó la ventaja en el minuto 25, con un impresionante cabezazo. Los Cheminots impusieron así su superioridad técnica y táctica, socavando la defensa del Lubumbashi Sport.
A pesar de algunos intentos de reacción del equipo contrario, los amarillos y azules supieron mantener el control del partido e incluso estuvieron cerca de empeorar el marcador en la segunda parte. Yves Mukawa, portero del Lupopo, estuvo en un gran estado de forma, rechazando con autoridad todos los intentos contrarios.
El final del partido estuvo marcado por un último susto para la afición del Lupopo, cuando el disparo de Kabamba Kioboyi se estrelló en el poste pocos minutos antes del pitido final. Afortunadamente, ese día el destino sonrió a los Cheminots y consiguieron una merecida victoria con un marcador de 2-0.
Gracias a este éxito, el FC Saint Éloi Lupopo recupera el liderato del grupo A, confirmando su lugar entre los equipos más formidables del campeonato congoleño. Por otro lado, Lubumbashi Sport tendrá que aprender de esta derrota y redoblar sus esfuerzos para recuperarse durante los próximos encuentros de la Liga Nacional de Fútbol.
En definitiva, este partido fue una verdadera fiesta del fútbol, demostrando todo el talento y determinación de los jugadores del FC Saint Éloi Lupopo. Los aficionados pueden estar orgullosos de sus héroes, que una vez más hicieron vibrar las gradas y escribieron una nueva página en la historia del fútbol congoleño.
El futuro parece brillante para los Amarillos y Azules, y no hay duda de que su viaje por el campeonato seguirá inspirando a las futuras generaciones de futbolistas en la República Democrática del Congo. Que el espectáculo continúe y que el fútbol siga siendo un formidable vector de emoción y pasión para todos los amantes del fútbol.