Los tumultos en Sudán en 2023: una crisis humanitaria imperdonable
En el centro de los trágicos desórdenes que persisten en Sudán en 2023 se encuentra una situación humanitaria extremadamente grave, denunciada por Rosemary DiCarlo, responsable política de la ONU. Más de 24.000 personas han perdido la vida y el país enfrenta la peor crisis de desplazamiento del mundo. En un poderoso discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, DiCarlo señaló a los aliados de las fuerzas militares y paramilitares de Sudán, acusándolos de «permitir la masacre» en curso.
Desde abril de 2023, Sudán se ha sumido en el caos, con enfrentamientos entre el ejército y las fuerzas paramilitares en la capital, Jartum, así como en varias regiones como Darfur. Esta violencia ha provocado desplazamientos masivos de poblaciones y ha llevado al país al borde de la hambruna, según una reciente advertencia de las Naciones Unidas.
Los ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en la provincia de Gezira han sido particularmente violentos, con informes de masacres, violaciones y atrocidades cometidas contra civiles, incluidas mujeres y niñas. Ante estos abusos, las ONG denuncian un nivel de violencia sin precedentes en los últimos 18 meses.
DiCarlo condenó enérgicamente estos ataques contra poblaciones civiles, señalando al mismo tiempo a las fuerzas afiliadas a las fuerzas armadas sudanesas en la región de Jartum. Llamó a las dos partes en conflicto a sentarse a la mesa de negociaciones, recordando que la solución no puede ser militar. Sin embargo, la participación de países extranjeros en el conflicto, a través de la financiación y el suministro de armas, alimenta la ilusión entre los beligerantes de que pueden prevalecer en el campo de batalla.
Los Emiratos Árabes Unidos y Rusia son especialmente destacados por su apoyo a RSF. Los informes de expertos de la ONU también han destacado las conexiones con grupos mercenarios y líneas de suministro militar que atraviesan Chad, Libia y Sudán del Sur.
Para frenar esta crisis, DiCarlo pidió una acción internacional fortalecida para proteger a los civiles y promover el diálogo. El representante humanitario de la ONU destacó la urgencia de la situación, con atrocidades espantosas y una intensificación de los desplazamientos de población. Las cifras son alarmantes: más de 11 millones de desplazados desde abril de 2023, incluidos 3 millones que han huido a países vecinos.
La terrible realidad de las condiciones en los campos de desplazados, incluida la hambruna en El Fasher, en Darfur, pone de relieve la necesidad urgente de actuar. Los niños se ven especialmente afectados, con tasas alarmantes de desnutrición, incluidos casos de desnutrición grave.. La situación humanitaria en Sudán es crítica y es imperativo que la comunidad internacional intervenga urgentemente para poner fin a esta devastadora crisis.
En última instancia, Sudán no puede permitirse el lujo de esperar más hasta que regresen la paz y la estabilidad. Los civiles inocentes están pagando el precio más alto por este conflicto y es nuestro deber actuar para poner fin a estas atrocidades y trabajar hacia una resolución pacífica y duradera.