Título: Profundizando en la crisis del té en Kenia: cómo superar el exceso de producción y preservar la calidad
En el corazón de las verdes colinas de Kenia se presenta un gran desafío: la venta de un excedente de 15 millones de kilos de té. Un problema que amenaza la calidad y promoción de esta bebida emblemática del país.
El crecimiento desenfrenado de la producción de té ha ido acompañado de una disminución de la calidad, poniendo así en peligro el futuro de la industria del té de Kenia. Las existencias acumuladas equivalen a más de siete mil millones de tazas, una situación alarmante que requiere una acción rápida y eficaz.
En los últimos tres años, la venta de té keniano ha experimentado una desaceleración atribuida en gran medida al precio mínimo impuesto por las autoridades. Fijado en 2,34 dólares por kilo exportado, este precio favorecía incluso a las calidades más bajas, dejando así existencias sin vender. En 2023, casi el 40% del té ofrecido en las subastas de Mombasa permaneció en los estantes.
Ante esta sobreproducción, las autoridades kenianas decidieron revisar su política de precios para liquidar el excedente. Esta medida debería permitir reajustar el valor del té y reactivar las ventas. Sin embargo, la repercusión directa de esta decisión podría ser una caída de los precios a nivel mundial, lo que representa un desafío adicional para los productores kenianos.
Para recuperar una dinámica económica favorable, Kenia no sólo tendrá que regular su producción para satisfacer la demanda real del mercado, sino también mejorar la calidad de su té. Una mayor valoración requiere necesariamente hojas de té de mejor calidad, que satisfagan las expectativas de los consumidores y compradores internacionales.
La crisis del té en Kenia es una oportunidad para repensar el futuro de este sector esencial para la economía del país. Al centrarse en la calidad, la sostenibilidad y la innovación, Kenia no sólo podría superar la crisis actual, sino también fortalecer su posición de liderazgo en el mercado mundial del té. Es hora de actuar con decisión para preservar la excelencia del té de Kenia y garantizar su prosperidad futura.