El 11 de noviembre de 2024 será recordado como un día de conmemoración solemne en la Embajada de Francia en la República Democrática del Congo (RDC). En efecto, bajo la presidencia del Sr. Rémi Maréchaux, Embajador de Francia en la República Democrática del Congo, tuvo lugar una ceremonia dedicada al Armisticio de 1918, un momento lleno de emociones y respeto.
Esta conmemoración reunió a un público ecléctico, compuesto por personalidades civiles, policiales y militares, así como por embajadores extranjeros y asesores de los franceses en el extranjero. El acto comenzó con la lectura del conmovedor mensaje del Secretario de Estado para los Veteranos y la Memoria, transmitido por el Sr. Maréchaux, estableciendo así un ambiente de contemplación.
La colocación de ofrendas florales sobre la placa conmemorativa, en homenaje al Sr. Philippe Bernard, ex embajador de Francia en la República Democrática del Congo, así como a los soldados caídos en servicio en este país, simbolizó el reconocimiento y la gratitud hacia quienes sacrificaron sus vidas por la libertad. . A continuación se guardó un minuto de silencio en señal de respeto y homenaje a los militares desaparecidos.
Los jóvenes jugaron un papel importante en esta ceremonia, interpretando con emoción los himnos nacionales de la República Democrática del Congo y de Francia. Los estudiantes del Liceo francés René Descartes de Kinshasa acompañaron dignamente este momento solemne, fortaleciendo así los vínculos de amistad y respeto entre las dos naciones.
La entrega de distinciones honoríficas a las figuras militares congoleñas, el general Christian NDAYWEL y el teniente general TUMBA Byamunda, marcó un momento destacado de la ceremonia. Su valentía, dedicación y capacidades fueron reconocidas con esta distinción, destacando la importancia de la cooperación y la asistencia mutua entre Francia y la República Democrática del Congo.
La conmemoración concluyó en un espíritu de convivencia y respeto, con la recepción ofrecida a los participantes. Este momento permitió que todos se unieran en un impulso de solidaridad y de compartir, sellando así una jornada llena de emociones y valores.
En conclusión, esta conmemoración fue un poderoso recordatorio de la importancia de recordar y rendir homenaje a quienes sacrificaron sus vidas por la paz y la libertad. Un momento solemne y respetuoso, que unió corazones y celebró la valentía y la memoria de los héroes de nuestra historia.
Este evento quedará grabado en los anales como un momento de intercambio, emoción y homenaje a quienes dieron su vida por un ideal común.