Una nueva era de supervivencia y adaptación emerge a lo largo del dique Walia en Yamena, Chad

En el corazón del noveno distrito de Yamena (Chad), el dique de Walia, diseñado para luchar contra las inundaciones, ha dado origen a un nuevo ecosistema. La pesca estacional a lo largo del dique se ha convertido en una fuente crucial de ingresos para muchas familias afectadas. Pescadores como Moses y Jeremy hacen malabarismos con los desafíos ambientales y las necesidades de subsistencia. La asociación Agir plantea dudas sobre la eficacia del dique ante los riesgos de inundaciones. A medida que termina la temporada de pesca, los lugareños vuelven a recurrir a la agricultura a pesar de la preocupación por las cosechas insuficientes. Esta transición de la pesca a la agricultura resalta la resiliencia y adaptabilidad de la comunidad frente al cambio climático, lo que refleja su determinación de superar los desafíos y visualizar un futuro más resiliente.
Un nuevo ecosistema está surgiendo en el noveno distrito de Yamena, Chad, donde el dique Walia, diseñado para retener el agua y evitar inundaciones, ofrece ahora a los residentes una oportunidad inesperada: la pesca. Cada día, los pescadores estacionales se reúnen a lo largo del dique para practicar esta actividad que representa un medio de subsistencia crucial para muchas familias afectadas.

Moïse, uno de estos pescadores, comparte su vida cotidiana entre las aguas del Logone y el Chari. Sin embargo, el aumento del nivel del agua después de las lluvias hace que la pesca en estos ríos sea casi imposible. Al declarar sobre las pérdidas materiales causadas por las inundaciones, Jeremy Peña, un pescador experimentado, expresa su preocupación por su futuro profesional.

En esta comarca antiguamente dedicada a la ganadería y la agricultura, la pesca se está convirtiendo en una actividad complementaria imprescindible. Martin, estudiante y pescador aficionado, compagina sus estudios y sus viajes en canoa para mantener económicamente a su familia. Gracias a la venta de pescado consigue contribuir modestamente al día a día de sus seres queridos.

La asociación Agir, comprometida con las víctimas de las catástrofes desde las devastadoras inundaciones de 2022, plantea dudas sobre la eficacia del dique de Walia como muralla. Zahra Idris señala la colocación inadecuada del dique, lo que expone a los residentes a nuevos riesgos de inundaciones.

La temporada de pesca a lo largo del malecón está llegando a su fin, lo que sugiere un regreso a la agricultura para los lugareños. Sin embargo, las tierras dañadas por el mal tiempo hacen temer que las cosechas sean insuficientes, lo que amenaza la seguridad alimentaria de las comunidades del distrito 9.

Esta nueva dinámica entre pesca y agricultura en un contexto de cambio climático pone de relieve la resiliencia y adaptabilidad de los residentes ante los desafíos ambientales que enfrentan. El dique de Walia, aunque fuente de controversia, se convierte en un reflejo de las estrategias de supervivencia implementadas por una comunidad vulnerable pero decididamente progresista.

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