Combates violentos en las tierras altas de Fizi y Mwenga: la población en peligro

Estallaron violentos combates en las tierras altas de Fizi y Mwenga, lo que sumió a la región en un clima de extrema tensión. Las fuerzas armadas congoleñas chocan con la coalición rebelde Twigwaneho-Ngumino y Rukunda Makanika, lo que obliga a la población local a huir en masa. Los enfrentamientos causaron trágicas pérdidas entre civiles y combatientes. A pesar de los esfuerzos por restablecer la paz, la situación sigue siendo explosiva y requiere una intervención urgente de la comunidad internacional para poner fin a la violencia y garantizar la seguridad de las poblaciones civiles.
Fatshimetrie está atenta a los violentos enfrentamientos que estallaron recientemente en las tierras altas de Fizi y Mwenga, en la provincia de Kivu del Sur. Desde el pasado jueves 28 de noviembre, las fuerzas armadas congoleñas (FARDC) mantienen intensos enfrentamientos contra la coalición de los grupos armados Twigwaneho-Ngumino y Rukunda Makanika. Estos violentos enfrentamientos continuaron durante el fin de semana pasado, sumiendo a la región en un clima de tensión extrema.

Según fuentes locales, los combates comenzaron cuando la coalición rebelde tendió una emboscada a las patrullas de las FARDC en la localidad de Kalindi, situada en el sector de Itombwe. Los enfrentamientos, de una intensidad sin precedentes, obligaron a la población local a huir en masa, buscando refugio en zonas más seguras como Minembwe, territorio vecino a Fizi.

El administrador del territorio de Fizi, Samy Kalonji, testimonia la afluencia masiva de desplazados que huyen de la violencia de los combates. Las aldeas de Kalingi, Kitavi e Ilundu fueron escenario de estos mortales enfrentamientos, que provocaron la huida de los residentes. Lamentablemente, a estas alturas el resultado de los enfrentamientos sigue siendo incierto, lo que deja a la población local en la angustia y la incertidumbre.

Surgieron historias conmovedoras, incluida la del jefe honorario del sector de Lulenge, que relata la emboscada de los rebeldes a tres jóvenes motociclistas, que provocó la muerte de dos de ellos y heridas graves al tercero. Asimismo, el portavoz del sector operativo sur-sur de Sokola 2 informó de cinco combatientes muertos y otros tres heridos durante los enfrentamientos del viernes anterior.

Más allá de las cifras y las estadísticas, lo que está ocurriendo en estas regiones azotadas por la violencia es ante todo una tragedia humana. Mujeres, niños y ancianos se ven obligados a huir de sus hogares, dejando atrás sus vidas y sus recuerdos, para escapar de un peligro inminente.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales y las fuerzas de seguridad para restablecer la paz y la seguridad en la región, la situación sigue siendo explosiva. Está prevista una reunión de pacificación encabezada por el comandante de la 21ª brigada de intervención para intentar aliviar las tensiones y encontrar soluciones duraderas a este conflicto mortal.

Si bien el sonido de las armas todavía resuena en las altas mesetas de Fizi y Mwenga, se sigue esperando que la comunidad internacional apoye los esfuerzos para estabilizar y pacificar esta región devastada por la guerra. Es imperativo actuar con rapidez y eficacia para poner fin a esta violencia incesante y ofrecer a la población civil la seguridad y la paz a las que tiene derecho.

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