El mundo de los coches ecológicos está en constante evolución, y diferentes países implementan programas para reducir las emisiones de carbono y promover el uso de vehículos más respetuosos con el medio ambiente. Recientemente, Malasia anunció su decisión de dejar de registrar y utilizar vehículos propulsados por gas natural comprimido (GNC) antes del 1 de julio de 2025, citando preocupaciones de seguridad. La medida ha generado dudas sobre la seguridad del programa de GNC de Nigeria, que apunta a la transición del diésel y la gasolina al GNC.
Sin embargo, el portavoz de prensa del presidente Bola Tinubu, Bayo Onanuga, quiso aclarar la situación de Nigeria. Destacó que la decisión de Malasia se basó principalmente en cuestiones de gas licuado de petróleo (GLP) y no de GNC, que es el principal foco de la transición verde de Nigeria.
En su declaración, Onanuga explicó que Nigeria decidió centrarse exclusivamente en el GNC para su transición verde, debido a preocupaciones legítimas de seguridad y costos relacionadas con el GLP. Señaló que Nigeria sólo considera el GNC, a diferencia de Malasia, que ha cubierto el GNC y el GLP. Además, destacó que la transición de Malasia ha tenido un impacto limitado, con sólo 45.000 vehículos convertidos en 15 años, lo que representa menos del 0,2% del parque automotor.
Onanuga también señaló que la necesidad de Malasia de reemplazar los tanques de GNC caducados ha hecho que volver a la gasolina sea más económico. Esta declaración arroja luz esencial sobre las diferencias entre los enfoques de Nigeria y Malasia para la transición a combustibles más limpios.
En definitiva, está claro que cada país debe adaptar sus políticas energéticas según sus propios requisitos de seguridad, costes y eficiencia. Nigeria tomó la sabia decisión de centrarse en el GNC para su transición, haciendo hincapié en la seguridad y la sostenibilidad. Esta dirección podría servir como ejemplo para otros países que estén considerando cambiar a combustibles alternativos más respetuosos con el medio ambiente.