Si bien Nigeria ha estado enfrentando el flagelo de la quema de gas durante décadas, se acaba de lograr un importante avance legislativo en la Cámara de Representantes. De hecho, el proyecto de ley para prohibir la quema de gas, promover su uso eficiente y prever sanciones por infracciones relacionadas con la quema de gas ha superado con éxito la segunda etapa de lectura. Liderado por el diputado Benson Babajimi (APC-Lagos), el proyecto de ley representa una intervención legislativa decisiva destinada a poner fin a una práctica “devastadora y duradera” de quema de gas en el país.
Este proyecto de ley está plenamente en consonancia con la obligación constitucional de Nigeria de proteger el medio ambiente y promover el desarrollo sostenible. Su objetivo es prohibir la quema y purga de gas natural, excepto en circunstancias estrictamente reguladas, al tiempo que fomenta el uso de recursos de gas para promover el crecimiento económico y la producción de energía. Este marco legislativo también propone medidas estrictas de aplicación, seguimiento e imposición de sanciones para garantizar el cumplimiento de sus disposiciones.
La quema de gas ha tenido consecuencias desastrosas para el medio ambiente, la salud pública y la economía de Nigeria. Ambientalmente, contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, al calentamiento global y a la lluvia ácida, empeorando así los desafíos climáticos que enfrenta el país. Desde una perspectiva de salud pública, las sustancias emitidas por la quema de gas causan enfermedades respiratorias y cardiovasculares, particularmente entre los residentes de comunidades cercanas a los lugares de quema de gas. Económicamente, la quema constituye un desperdicio de un recurso valioso que podría utilizarse para la generación de energía o para generar ingresos mediante la exportación.
El proyecto de ley propone una prohibición total de la quema de gas, excepto en casos de emergencia o con la autorización expresa de la Comisión Reguladora del Petróleo Upstream de Nigeria (NUPRC). Los operadores deberán presentar e implementar planes de utilización de gas, detallando cómo se capturará, procesará o comercializará el gas que de otro modo se quemaría. Los infractores que violen estas disposiciones se enfrentan a sanciones severas, incluidas multas de 5 dólares por cada mil pies cúbicos estándar de gas quemado y posible suspensión de actividades en caso de reincidencia.
Además, este proyecto de ley proporciona a las comunidades afectadas por la quema de gas una compensación y restauración ambiental, creando así un mecanismo de reparación. La transparencia y la rendición de cuentas están en el centro del marco de aplicación de este proyecto de ley. Los operadores deberán presentar informes periódicos sobre incidentes de quema de gas, que serán auditados y hechos públicos por el NUPRC.. Este enfoque garantiza la supervisión pública y la participación de las partes interesadas, promoviendo así la confianza y el cumplimiento.
Una vez aprobado, este proyecto de ley generará beneficios significativos, como la reducción de las emisiones de carbono, contribuyendo así a los objetivos climáticos de Nigeria y promoviendo la sostenibilidad. Económicamente, desbloqueará el potencial del gas natural como recurso energético, mejorando la producción de electricidad, apoyando la industrialización y creando empleos. En términos de salud pública, una reducción de la quema limitará la contaminación del aire y los riesgos para la salud de las comunidades afectadas.
En conclusión, este proyecto de ley representa una respuesta necesaria y oportuna a uno de los desafíos ambientales más apremiantes de Nigeria. Sus disposiciones son prácticas y con visión de futuro, abordan preocupaciones inmediatas y al mismo tiempo sientan las bases para un futuro sostenible. Su adopción permitirá a Nigeria emular el éxito de países como Noruega, que han implementado políticas de quema cero, conciliando así la protección ambiental y el desarrollo económico. Con la Comisión Reguladora del Petróleo Upstream de Nigeria supervisando su implementación, este proyecto de ley promete ser una palanca clave para una Nigeria más sostenible, respetuosa con el medio ambiente y económicamente próspera.