En las elecciones presidenciales celebradas en Namibia el 3 de diciembre ganó Netumbo Nandi-Ndaitwah, candidato del partido SWAPO. Esta elección podría allanar el camino para la llegada de la primera mujer presidenta del país una vez que su toma de posesión esté prevista para el 21 de marzo. Sin embargo, a pesar de esta victoria, la oposición del país exige la organización de una nueva ronda de votaciones.
Según la comisión electoral, Netumbo Nandi-Ndaitwah obtuvo más del 57% de los votos, mientras que su principal oponente, Panduleni Itulal, obtuvo el 26% de los votos.
El líder del partido Patriotas Independientes por el Cambio calificó las elecciones de «caóticas», señalando problemas como la falta de papeletas y dificultades técnicas. También se decidió prolongar la votación por tres días en determinadas regiones del país.
Panduleni Itulal pidió a los tribunales que anulen los resultados e instó a los partidos de la oposición y a los ciudadanos a unirse contra lo que describe como “supresión del derecho al voto”.
El Partido SWAPO de Namibia lideró la lucha de liberación contra el apartheid en Sudáfrica y ha estado en el poder desde la independencia del país en 1990.
Con una población de alrededor de 3 millones, sólo alrededor de la mitad de los namibios están registrados para votar.
La oposición tiene tiempo hasta la toma de posesión presidencial en marzo para presentar argumentos para celebrar una nueva ronda de votaciones. Esta situación resalta la importancia de un proceso electoral transparente y justo para garantizar la legitimidad y la confianza ciudadana en el sistema democrático del país.